Soy un firme defensor de la idea de que lo que hemos bajado hasta ahora es insuficiente como para purgar todo lo subido previamente. De hecho, existe un gran paralelismo en los movimientos con lo que ocurrió en el año 2008 cuando también mantenía mucho la misma tesis.
De hecho, ante cada reacción alcista del mercado entonces, y ahora en este verano, me he tropezado con multitud de inversores totalmente contrarios a mi pensamiento, que incluso se burlaban por ello bajo la creencia de que nadie es capaz de saber lo que va a ocurrir.
Creo que esto ocurre porque muy pocas personas conocen el riesgo real de deflación que tenemos sobre nuestras cabezas. Es increíble ver cómo una gran cantidad de inversores no recuerdan o desconocen que el anterior ajuste demasiado rápido y excesivo de la Reserva Federal estadounidense hizo explotar las burbujas anteriores.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
Ahora estamos viviendo un momento en el que se han centrado todas las burbujas de las dos últimas dos décadas, pero en un momento en el que la Reserva Federal estadounidense está endureciendo coordinada con el resto de bancos centrales sus políticas monetarias.
La primera de ellas es la de la financiación cubierta. En ella, las empresas y los estados pueden responder perfectamente a sus obligaciones con los ingresos que son capaces de generar.
En la segunda fase, los deudores solo pasan a pagar los intereses de sus deudas porque no pueden devolver el montante principal y necesitan estar constantemente renegociando su deuda. Es la fase de la financiación especulativa.
El coste del capital se está disparando en el mundo. Los rendimientos reales están aumentando al ritmo más rápido desde 2008 y la Reserva Federal está atrapada en su tarea de luchar contra la inflación.
[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]
La caída hasta la fecha es igual al descenso del S&P 500 justo antes del colapso de octubre de 2008.
Hubo varios rebotes en el mercado bajista de 2008 y luego se desató el infierno en octubre. De hecho, es muy probable que el rescate de los planes de pensiones británicos sea el equivalente en el año 2008 del rescate del TARP de principios de octubre. La última oportunidad de salir para evitar sufrir un fuerte colapso.