El tono negativo se mantiene en Wall Street. Los inversores temen los efectos que sobre la economía estadounidense tenga una Reserva Federal (Fed) más agresiva contra la inflación. En este contexto, los resultados empresariales y las expectativas de las empresas ganan protagonismo.
En la apertura de, la caída del Dow Jones alcanzaba el 1,77%, con lo que el índice se situaba en los 30.229,05 puntos. El descenso del S&P 500 llegaba al 1,74%, hasta los 3,735,32 enteros; mientras que el Nasdaq Composite se dejaba un 1,65%, hasta los 11,058,19 enteros.
Todos los valores del Dow Jones cotizaban en rojo tras el toque de campana. Las mayores de todas ellas eran las de JPMorgan y Goldman Sachs, que cedían un 4,5% y un 3,3%, respectivamente, de su valor.
Antes de que diera inicio la sesión al otro lado del Atlántico, JPMorgan había informado de que obtuvo un beneficio neto de 8.649 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022, lo que supone reducir en un 27,6% sus ganancias del mismo periodo del año pasado.
La entidad ha decidido suspender temporalmente las recompras de acciones propias para reforzar sus niveles de capital. Los resultados del banco entre abril y junio reflejan un impacto adverso de 1.101 millones de dólares por provisiones por riesgo de crédito.
El presidente y consejero delegado del banco, Jamie Dimon, ha señalado que varios factores, como las tensiones geopolíticas, la alta inflación y el endurecimiento de las políticas monetarias “nunca antes visto” son amenazas para el crecimiento económico mundial.
Morgan Stanley también ha presentado sus cuentas. La entidad se anotó un beneficio neto atribuido de 2.391 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022, lo que equivale a un retroceso del 32% en comparación con el mismo periodo del año pasado. En la apertura, sus acciones caían un 3,56%.
Otros grandes bancos estadounidenses como Bank of America (-3,63%), Citi (4,04%) o Wells Fargo (3,83%) también registraban importantes caídas.
Hasta el viernes pasado, los analistas esperaban que los beneficios de las compañías del S&P 500 creciesen un 5,7% en el segundo trimestre del año, por debajo del 6,8% previsto al inicio del periodo.
En el inicio de la temporada de resultados de la banca, Wall Street se encamina a cerrar una nueva jornada en negativo. Las pérdidas del miércoles tuvieron lugar después de que conocerse que la inflación en Estados Unidos prosiguió con su ascenso.
En junio se situó en el 9,1%, una tasa no vista desde 1981 y empujada, como viene siendo habitual en los últimos meses, por el encarecimiento de la energía y de los alimentos.
El banco central de EEUU ha subido los tipos de interés en sus últimas tres reuniones, y lo ha hecho además de forma progresiva (0,25 puntos en marzo, 0,50 puntos en mayo y 0,75 puntos en junio).