La inflación amenaza los resultados empresariales que se convertirán en un nuevo obstáculo para las bolsas
Las cuentas de las empresas acapararán la atención de los inversores las próximas semanas. Los analistas han revisado a la baja sus estimaciones.
28 junio, 2022 03:01La temporada de presentación de resultados del segundo trimestre del año está a punto de comenzar. Tras varios trimestres positivos, los analistas esperan menores beneficios. Esto, junto con las previsiones de las propias compañías para los próximos meses, podría generar nuevas turbulencias para las bolsas.
En el centro, como no podría ser de otra forma, se sitúa el impacto que la elevada inflación puede tener en las cuentas de resultados de las empresas cotizadas.
En estos últimos tres meses, las compañías también han tenido que hacer frente a elementos adversos como los cuellos de botella en las cadenas de suministro, el aumento de los costes de la energía y la guerra de Ucrania. Todos ellos relacionados con la escalada de los precios.
Fruto de este contexto macroeconómico más complicado, los analistas han rebajado sus estimaciones de los beneficios que los valores del S&P 500 han registrado entre abril y junio. Ahora esperan un crecimiento del beneficio por acción del 4,3%, frente al 5,9% anticipado al inicio del trimestre.
En esa revisión a la baja también ha tenido mucho que ver el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales. Los analistas de Julius Baer advierten de que las medidas que tomen estas instituciones ahora "volverán a afectar a la liquidez en 2023, aplicando una nueva presión sobre los precios de los activos y, potencialmente, sobre los beneficios".
Revisiones
Los últimos indicadores económicos adelantados tanto en Europa como en EEUU han servido de aviso. La semana pasada se conocieron los PMIs de junio de algunas de las economías más importantes del mundo y aunque mostraron que la actividad privada continuó expandiéndose, el ritmo de crecimiento alcanzado fue el más bajo en muchos meses.
La consultora S&P Global, que elabora estos índices, alertó de que es muy posible que en la segunda mitad del año la actividad termine contrayéndose, algo que deberá reflejarse en una revisión sustancial a la baja de las estimaciones de beneficios de muchas compañías.
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Aunque gran parte del deterioro económico y de los resultados empresariales ya habría sido descontado por los inversores durante las recientes caídas de las bolsas, "todavía queda comprobar cómo ha afectado realmente a las cuentas de las compañías", subraya Joaquín Robles, analista de XTB.
Según los analistas de Bankinter, las cifras de este segundo trimestre no serán especialmente malas, pero las perspectivas para trimestres posteriores sí podrían revisarse sustancialmente a la baja "y eso afectaría a las valoraciones de las bolsas". Y "el mercado eso no lo tiene descontado", destacan.
Mayores caídas
Por ello, los mercados de renta variable podrían perder lo ganado en el rebote de la semana pasada. Y lo que es peor, que esta "fase de ajuste", según consideran los mismos expertos, se extienda a lo largo de todo el verano. Creen que "los rebotes no son buenos ahora".
"Europa por su cercanía al conflicto bélico y el encarecimiento de los costes energéticos podría sufrir una mayor caída en los márgenes de beneficio", apunta también Robles. Para ello habrá que esperar algo más, porque, como suele ser habitual, las primeras cifras se conocerán al otro lado del Atlántico.
Esta semana informan de sus resultados grandes compañías como Nike, Micron y Walgreens. No será hasta mediados de julio cuando la presentación de cifras coja ritmo con las cuentas de grandes bancos estadounidenses como JPMorgan, Bank of America o Goldman Sachs.
Será también entonces cuando las empresas españolas comiencen a informar sobre sus cuentas. El mercado espera que las eléctricas, como Enagás, Iberdrola o Naturgy, sean las primeras en hacerlo.
Para las grandes cotizadas del Ibex 35 el primer trimestre del año fue de auténtico récord. El beneficio neto conjunto se acercó a los 13.740 millones de euros, un 3% más que en el mismo periodo del año anterior. Supuso además, superar en un 35% los niveles previos al estallido de la pandemia.