La bolsa española vuelve a colocarse por segundo año consecutivo entre las más rezagadas de toda Europa. Y el castigo no termina ahí. A golpe de operaciones corporativas, el parqué ha sufrido ocho bajas y como consecuencia de estas exclusiones ha perdido algo más de 10.340 millones de euros en capitalización.
Esta abultada factura prácticamente duplica los números alcanzados el año pasado. Y, además, se ha visto incrementada en otros 1.400 millones de euros solo en los últimos días. Y es que ya en tiempo de descuento para que acabe el ejercicio, se ha puesto fecha a dos exclusiones bursátiles que andaban pendientes de cierre: Reno de Medici este jueves y Solarpack este mismo miércoles.
El golpe propinado por estas exclusiones de bolsa es aún más significativo si se tiene en cuenta que a comienzos de este 2021 muchas voces apuntaban a un volumen récord de salidas a bolsa en el parqué madrileño. Incluso desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se incentivó esta perspectiva que, a la postre, se ha quedado muy lejos de la realidad.
Más retiradas que estrenos
Mientras que las exclusiones bursátiles se han multiplicado este año, solo tres nuevas compañías han llegado al Mercado Continuo: Línea Directa, Ecoener y Acciona Energía. Y sin olvidar que la primera de ellas pegó el salto mediante un listado directo de acciones en lugar de a través de un proceso de emisión, suscripción y venta de títulos al uso.
La última retirada bursátil del año se anunció este mismo lunes para solo un día después. Solarpack se queda fuera de la bolsa española desde este 28 de diciembre una vez atados los últimos flecos sueltos de la opa formulada en junio por EQT, que ha alcanzado un rotundo éxito entre sus accionistas.
Con las compras forzosas de los títulos de Solarpack que escapaban del control del fondo nórdico, los días de cotización de la renovable han llegado definitivamente a su fin. Y así, el Mercado Continuo se despide de unos 879,2 millones de euros, según su última referencia de precio previa a su suspensión cautelar de negociación.
Solo un día después llega el adiós de Reno de Medici. En este caso, la papelera italiana -que contaba con sus acciones admitidas a negociación en la Bolsa de Madrid además de en la de Milán- se retira a consecuencia de la opa formulada por el fondo estadounidense Apollo, que también ha conseguido una amplia acogida para su oferta.
En este caso, la capitalización que se evapora alcanza los 543,5 millones de euros. Un valor que ya permanece embalsado porque, como es habitual en estos procesos, desde unos días antes está vigente la suspensión de negociación de sus títulos. En este caso, desde este lunes.
Fusiones bancarias
Hay que remontarse hasta marzo para toparse con la primera exclusión bursátil del año en el parqué madrileño. Entonces, Bankia se despidió a consecuencia de su integración en CaixaBank después de una década de turbulenta trayectoria bursátil.
Aunque en este caso, como en el resto de fusiones entre cotizadas españolas, la pérdida de capitalización se compensó por la emisión de nuevas acciones de la entidad absorbente. La retirada ascendió a 5.476 millones de euros. La más abultada de todas las acontecidas en el año.
En agosto llegó el segundo adiós del sector financiero este año. La cuarta de las exclusiones en orden cronológico. Liberbank se integró en Unicaja Banco. Así se despidieron del parqué acciones que antes de su retirada alcanzaban una valoración conjunta de 843,7 millones de euros.
Dos 'chicharros' y una 'teleco'
Entre ambas, dio tiempo a que otras dos cotizadas del parqué madrileño marcaran precio por última vez antes de su exclusión. En mayo, la factura de 59,4 millones de euros llegaba con la integración de Quabit con Neinor Homes para dar lugar a la mayor promotora inmobiliaria del país. Una operación que se retrasó algunos días más de lo previsto.
El día 30 de julio varios de los más asiduos a apuestas especulativas en el parqué madrileño lloraron la partida de uno de sus históricos ‘chicharros’, como se denomina a los valores que más de cerca siguen estos inversores. Aquel día dejó de marcar precio la gráfica de Biosearch.
Al momento de su retirada, como consecuencia del éxito cosechado por la irlandesa Kerry Group al cierre de su opa de exclusión, la compañía de tecnología de la alimentación marcaba una capitalización de 126,7 millones de euros. Y aquí sí que la retirada fue absoluta.
A modo de un spin off de la exclusión de MásMóvil, este año se produjo la de Euskaltel. Los mismos inversores que el año pasado sacaron al operador de bolsa en 2020 fueron los promotores de la opa que ha terminado por jubilar del parqué a la teleco vasca.
Con el objetivo de ganar músculo en su camino hacia convertirse en el tercer operador del mercado español, Euskaltel abandonó la bolsa solo seis años después de haber marcado su primer precio en el mercado. Con su retirada, casi 1.955 millones de euros menos de capitalización para el Mercado Continuo.
David y Goliat
Y la lista se completa con Barón de Ley, la bodeguera que en ocasiones anteriores había conseguido esquivar su jubilación de bolsa. Esta vez, después de que la CNMV intervino para forzar una mejora de la oferta inicial, la productora de vinos de Rioja ha terminado su trayectoria bursátil.
Ahora, bajo el control absoluto del que fue su accionista mayoritario, Eduardo Santos-Ruiz, sus más de 457 millones de euros de capitalización no forman ya parte del mercado español. Un destino contra el que un reducido grupo de inversores minoritarios luchó hasta el final con uñas, dientes y diversos informes de valoración.
¿Próximas bajas?
La factura total es abultada, pero podría ser incluso mayor si se cuentan las dos cotizadas que permanecen suspendidas de cotización en la actualidad. Abengoa está congelada desde julio del año pasado, cuando se precipitaba a un confuso concurso de acreedores del que todavía no ha conseguido recuperarse.
Por su parte, Codere permanece suspendida a la espera de que se decrete su definitiva exclusión y liquidación. Un último paso amargo para muchos inversores que esperan poder recuperar parte de su inversión una vez que se consume la reestructuración societaria, de negocio y capitales del grupo de juegos de azar, que incluso contempla su regreso al mercado como cotizada para el año 2023.
La única nota amable a esta nutrida retirada de cotizadas es la revalorización de muchas compañías y la llegada de un número más nutrido de ‘novatas’ a BME Growth, el mercado bursátil para pymes de la bolsa española. Gracias a estos dos factores, a pesar de la sangría ya descrita, la capitalización conjunta de las plataformas españolas de negociación ha conseguido llegar a la recta final de 2021 por encima del billón de euros.