El sargazo es un tipo de macroalgas que puede medir varios metros, de color pardo o negruzco, y que afecta especialmente a las zonas tropicales. Este 2021, la Universidad del Sur de Florida alertó del récord histórico de sargazo en las costas del caribe, con el mayor número de algas recogidas en las costas de la región.
Un fenómeno que tiene implicaciones directas en la economía local, al ahuyentar a los turistas que sostienen los establecimientos de muchas de estas zonas. Por no contar sus perniciosos efectos sobre el medio ambiente (daño a los corales, aumento de las concentraciones de nitrógeno y fósforo, destrucción de los pastos marinos...) que acarrea.
En la lucha contra el sargazo, el caribe tendrá un nuevo arma a partir de 2026. Se trata de un satélite dominicano que pronosticará la llegada del esta macroalga a las playas no sólo de la República Dominicana, sino de todas las islas caribeñas y países como México, Colombia y Venezuela.
El satélite, de apenas 2,2 kilogramos de peso, contará con un sistema de cámaras de alta resolución que pronosticará la fecha, el lugar y la cantidad de sargazo que llegará a las playas del Caribe en cada temporada, lo que facilitará la recogida antes de su arribo a las costas y disminuirá el impacto que causa al turismo del país y la región.
Hablamos de un sistema que estará en la órbite terrestre baja (LEO), similar a la de la Estación Espacial Internacional. Su lanzamiento y puesta en operación está previsto para 2026 (por el momento está en la fase de preensamblado de las partes comunes del satélite), con el trabajo de un equipo multidisciplinario de investigadores liderados por el ingeniero astronáutico y espacial Edwin Sánchez y los ingenieros Iván Jiménez, Juan Samuel Pérez, todos docentes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Además del Grupo de Investigación de Ciencias Aeroespaciales del INTEC, en QuisqueyaSat 1 -que así se llama el satélite- también colaboran la Universidad Sapienza de Roma, el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), el Instituto Superior para la Defensa (INSUDE), el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismos de Desarrollo Limpio, el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (INDOTEL) y la Fundación Grupo Punta Cana.
De un problema a una oportunidad
El volumen de estas algas ha aumentado en años recientes. Científicos lo atribuyen al cambio climático, que hace los mares más cálidos, y al incremento en el vertido de nutrientes al Atlántico por la agricultura intensiva en Brasil, cuyos residuos son arrastrados por los ríos Amazonas y Orinoco hasta el océano y dan alimento a estas plantas acuáticas.
La recogida temprana del sargazo facilita procesar estas algas de manera más eficiente y algunos de sus posibles usos en estudio son la producción de biogas, fertilizantes, souvenirs y adornos para el hogar. “Hay una industria muy grande que se puede crear con este problema”, señalan los investigadores.