Bankinter se mantiene firme en su apuesta por la renta variable como activo estrella. Desde la entidad defienden que “las bolsas no están caras aunque ya no estén tan baratas” como el año pasado. Para el año que viene auguran un potencial del 16% para el Ibex 35. Y eso que no es ni mucho menos su índice favorito.
Así se recoge en la estrategia de inversión para empezar el próximo año que Bankinter ha dado a conocer este martes. El director de análisis de la entidad, Ramón Forcada, ha explicado que “las valoraciones siguen dando soporte a las bolsas, que van a seguir avanzando aunque se dé forma más lenta y conforme avancen los resultados empresariales”.
Con el convencimiento de que los índices están lejos de haber alcanzado su clímax, el equipo de Forcada prevé “un arranque rápido al comienzo del año”. Después, más volatilidad que en este 2021, lo que ha presentado como un atractivo más porque “genera oportunidades”, ha dicho.
La clave del beneficio
La tesis que defiende Bankinter parte de “unos máximos que están justificados” en el caso de Wall Street y otros índices en los que la recuperación de beneficios ha sido ágil. No ha sido así en el índice español, para el que no auguran el regreso a ganancias previas al estallido de la pandemia hasta 2023.
Desde esta premisa, auguran cancha hasta los 5.266 puntos en el S&P 500, hasta los 4.875 en el EuroStoxx 50 y hasta los 9.664 enteros en el Ibex 35. Unas cotas que, respectivamente, se traducen en potenciales del 14%, el 17% y el 16%. En cualquier caso, desde la entidad prevén que el destino final de estos indicadores estará marcado por la evolución de los beneficios corporativos.
Las favoritas del parqué
En cualquier caso, Forcada advierte de que su estrategia pasa por posiciones bien escogidas y no por apuestas generales por sectores, geografías o estilos de inversión. En este sentido, entre sus favoritas dentro del parqué madrileño figuran Cellnex, Inditex, Acciona Energía, CaixaBank, Catalana Occidente y Mapfre, entre otras.
Si se mira hacia las tecnológicas estadounidenses, en las que ven más calidad pero menos margen de subida, todavía se muestran positivos en Nvidia, Alphabet, Microsoft, Palo Alto Networks y Fortinet. Por sectores, y en este orden, sus preferencias son: tecnología, consumo, lujo, semiconductores, financieras, ciberseguridad, turismo, logística, transición energética e industriales.
Arranca el 'tapering'
Por lo que se refiere a los próximos movimientos de los bancos centrales, en Bankinter trabajan con un escenario central de dos subidas de tipos en EEUU y ninguna en la Eurozona para el próximo año. Aquí el director de análisis ha señalado que “los bancos centrales solo han dicho una parte de la verdad con la inflación, porque han dicho que es transitoria, pero no durante cuánto tiempo va a estar”.
La previsión de la entidad es que el encarecimiento del coste de la vida no marque su cota más alta “hasta bien entrado 2022”. En cualquier caso, el paso con pies de plomo por el que se han decantado los bancos centrales lleva a Forcada y su equipo a pensar que “una cosa es empezar a retirar estímulos y otra, mantener el ritmo”. Lo que en ningún caso ven es una reducción de balance de las instituciones monetarias.
En contra de los planes de la Reserva Federal de EEUU (Fed) también podría ponerse, según ha puntualizado, la negativa al plan de estímulos fiscales Build Back Better promovido por Joe Biden. Su más que probable renegociación contribuirá a que la economía del país crezca algo más lento de lo que se venía descontando con este catalizador.
España, más lenta
Por lo que se refiere a la economía española, la analista Aránzazu Cortina ha señalado que el banco ha rebajado su previsión de PIB hasta el 4,8% para este año y hasta el 5,2% para el que viene. En este sentido, ha descrito “una recuperación más gradual de lo que se esperaba”, debido en buena parte a las restricciones en el sector servicios.
En su opinión, “no se alcanzará la recuperación completa hasta finales de 2022”. Y la inflación podría poner trabas a una economía que sigue teniendo su motor principal en la demanda interna. Una característica que Cortina considera que debería cambiar para “rotar desde el consumo privado hasta la inversión”, gracias también a la inyección de capitales de los fondos europeos Next Generation, de los que este mismo martes se ha aprobado una nueva transferencia.