No es que el precio de las acciones del BBVA estén haciendo un mal año, pero sí que parece que necesite un descanso en su cotización tras haber subido un 135% en el último año.
De hecho, quitando el excelente comportamiento del pasado mes de noviembre, las subidas que está experimentando sus títulos son bastante poco pronunciadas y muchas veces ha estado por debajo de su media móvil de medio plazo. Pero lo importante es que el precio continúa manteniendo una sana estructura de máximos y mínimos crecientes que hace que podamos pensar en que tarde o temprano volveremos a ver nuevos máximos anuales por encima de los marcados el mes pasado en los 5,932 euros.
Quizás el problema que tiene que ver con el poco ímpetu a la hora de continuar con las subidas y limitarse a subir de manera pausada tiene que ver con lo que podemos ver en un gráfico de muy largo plazo.
En él podemos ver cómo desde el año 2007 mantiene una firme línea tendencial bajista que está siendo testeada ahora por tercera vez.
Ya lo hizo en el 2015 y posteriormente en el 2018 con unos efectos bastante negativos, pero esto no debe por qué volver a ocurrir ya que ahora estamos en un escenario de espera para ver una subida de tipos de interés.
Además, normalmente, las zonas de resistencias se suelen romper al tercer o quinto intento por lo que habrá que estar muy atentos en las próximas sesiones para ver si somos capaces de ver cotizaciones por encima de los 6 euros en las próximas semanas.
No será un camino fácil, pero el regreso al selectivo europeo más importante debería ayudarle con la entrada de nuevos fondos que deben replicar su composición.