La modernización y digitalización del sistema educativo es un elemento clave en el actual proceso de recuperación y transformación de España tras la crisis de la covid-19. De hecho, para lograr este objetivo se han asignado alrededor de 7.000 millones de los fondos que recibirá el país en el marco de las ayudas Next Generation.
Para lograr completar con éxito este objetivo, es fundamental cerrar la triple brecha que existe en el sistema educativo: el acceso y uso competente por parte de los alumnos, la competencia digital de los docentes y la configuración de entornos virtuales en los centros educativos.
Así lo ha asegurado la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, en la apertura de la segunda jornada del 35 Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones organizado por Ametic.
Alegría ha incidido en que la educación va a desempeñar un "papel fundamental" en la transformación digital, verde y social que España está afrontando actualmente. De hecho, ha asegurado que muchos de los problemas que existen no se van a poder resolver sin contar con el sistema educativo, y no sólo el universitario.
Un sistema que, según ha remarcado la ministra, cuenta con el suficiente dinamismo para seguir mejorando y adaptándose a lo que exigen los tiempos actuales. En este sentido, ha resaltado que ya hay cifras que desmuestran los avances realizados en el sistema universitario.
Por ejemplo, el 96,7% de las aulas universitarias cuenta ya con conectividad y un 61,1% tienen instalados sistemas digitales interactivos. Además, un 45,4% de las clases disponen también de entornos virtuales de aprendizaje.
Alegría ha afirmado que la digitalización es una herramienta que facilita un aprendizaje más ubicuo y más inmaterial, al mismo tiempo que ayuda a repensar los espacios y los tiempos; posibilita un aprendizaje más personalizado, que ayuda especialmente a los alumnos con más dificultades; y contribuye notablemente a "la equidad de la educación".
En este sentido, la ministra de Educación y Formación Profesional también ha remarcado que aprovechar el potencial de la digitalización va más allá de dotar de conectividad e infraestructuras a los centros educativos.
Por ejemplo, ha apuntado que se trata de crear espacios que posibiliten el desarrollo de nuevas metodologías que permitan al alumno adquirir cuatro competencias trasversales fundamentales: creatividad, comunicación, trabajo en equipo y pensamiento crítico.
Un nuevo enfoque en la FP
Por otro lado, Alegría ha remarcado que otro elemento clave de la modernización del sistema educativo es la transformación de la Formación Profesional (FP), en la que es necesaria una "reforma profunda" para que sea más flexible, continua y actualizable y establezca una nueva cultura de aprendizaje.
En su opinión, esta reforma es realmente un "proyecto de país" y supone una oportunidad que no debemos desaprovechar para afrontar dos de grandes retos que tiene España: afrontar la persistencia del elevado desempleo juvenil y, al mismo tiempo, abordar las dificultades que tienen las empresas para contar con los perfiles tecnológicos adecuadas.
En este sentido, ha incidido en que la transformación del modelo productivo solo será posible si somos capaces de dar a los jóvenes una FP "actualizada, atractiva y adaptada a la demanda del sistema productivo". Además, es necesario establecer un modelo dual adaptado a las necesidades de los centros y las empresas, para lo que se propone que hasta un 50% sea de horas prácticas en empresas.
Para ello, ya se han dado los primeros pasos, ya que se han creado más de 10 nuevos títulos, 15 cursos de especialización y más de 120.000 plazas en estos dos últimos cursos. Además, ha apuntado que están previstas más de 200.000 nuevas plazas hasta 2024, un 25% relacionadas con sectores como las telecomunicaciones, la ciberseguridad o la inteligencia.
En este contexto, ha recordado que su intención es llevar al próximo Consejo de Ministros, que se celebrará el 7 de septiembre, la nueva Ley de Formación Profesional, que espera que logre el máximo apoyo de los partidos políticos en su parte por el Congreso de los Diputados.