Las elecciones presidenciales de EEUU están a la vuelta de la esquina y los inversores hacen cábalas para ajustar sus carteras a lo que esté por venir. El reciente vuelco de la intención de voto hacia el candidato demócrata, Joe Biden, no asusta, pero sí un eventual relevo por su ‘número dos’, la abogada californiana Kamala Harris.
Esta es la advertencia que lanzan los analistas que este martes han tomado parte en un panel organizado por Investing.com sobre el efecto de las elecciones estadounidenses en los mercados globales. Las posturas más radicales frente a Wall Street de Harris y su menor trayectoria política están detrás de este miedo.
El asesor independiente y fundador de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, ha sido contundente en este sentido al advertir de que “el peor escenario sería tener a Kamala Harris de presidenta si algo le ocurriese a Biden”. Aunque no sería una cuestión inmediata, los problemas de salud que se le han achacado al candidato demócrata, de casi 78 años de edad, hacen factible este escenario.
Gobernabilidad
Para Gisela Turazzini, fundadora y CEO de Blackbird Bank, “la edad de Biden no constituye un riesgo”, pues realmente solo es cuatro años mayor que Trump, sin embargo, sí que reconoce que las posturas más radicales de Harris podrían suponer una dificultad añadida para la “gobernabilidad” de la mayor economía del mundo. Y son de sobra conocidos los desencuentros que se han producido siempre que las dos Cámaras estadounidenses han tenido mayorías de signo opuesto, como en la actualidad.
En este sentido, José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, considera “muy difícil que el Senado vaya a perder la mayoría republicana” con la que cuenta ahora mismo. Algo que, en su opinión, hará que “cualquier discusión se convierta en un culebrón interminable” como consecuencia de unas cámaras divididas “con dificultad para sacar adelante los proyectos”.
La amenaza Warren
Para el experto, una seguidora de la escuela de Harris podría convertirse en el verdadero trago amargo para los mercados en estas elecciones. Se trata de la senadora Elizabeth Warren, que últimamente ha sonado como candidata para la Secretaría del Tesoro que actualmente ocupa Steven Mnuchin. “Referirse a ella en Wall Street es como nombrar a la Santa Compaña”, ha llegado a señalar Cárpatos.
La actual vicepresidenta del Caucus Demócrata del Senado de EEUU es amargamente recordada en el corazón financiero del país por su etapa como asesora especial para la Oficina de Protección Financiera del Consumidor durante el mandato de Obama. Más concretamente, entre septiembre de 2010 y agosto de 2011. Un periodo breve, pero en el que desplegó una intensa actividad.
En cuanto a un eventual relevo de Trump por su número dos, el candidato republicano a la vicepresidencia Mike Pence, “lo más que puede pasar es que sea torpe o nos muramos de aburrimiento”, ha comentado Alvargonzález. En su opinión, la línea continuista con el magnate metido a político sería clara y con un talante más sosegado, lo que marca distancias con una Harris que, según él, “podría querer poner su sello en la administración incluso más allá de lo que hizo el presidente Obama”.
China y la Fed
Mientras que Cárpatos ha explicado que cualquier candidato “va a tener que ser duro con China”, el fundador de Nextep Finance considera que la asunción del mando por parte de la californiana sería la señal apra “tomar prevenciones en la bolsa americana”. La misma que actualmente, y pese al impacto de la pandemia, sigue rondando máximos históricos para una buena parte de sus índices de referencia.
En cualquier caso, Turazzini ha defendido que el hecho de que “el nuevo presidente tenga al lado la bazuka de la Fed será más importante que su propio nombre”. Una opinión en la que han coincidido sus compañeros de coloquio, aunque el CEO de Serenity Markets ha lamentado que “últimamente en la Fed nos tienen despistados porque no han sabido transmitir bien al mercado el cambio que quieren hacer en su política”.
Sobre este punto, el experto ha apuntado a un reciente informe de Goldman Sachs en el que, según ha explicado, se advierte de que “puede hacer más daño al mercado un futuro sobre el bono estadounidense a 30 años que caiga en picado que la victoria de un candidato u otro”.
Esta afirmación la ha refrendado Alvargonzález al señalar que “las elecciones americanas no suelen tener impacto en las bolsas de medio y largo plazo”. Más allá del ruido que imponen a corto plazo, especialmente si las encuestas reflejan una intención de voto muy ajustada entre ambos candidatos, la clave está en las políticas económicas que se vayan desplegando para acompañar al banco central, según ha explicado.