La inestabilidad de los mercados financieros a lo largo de 2017 también provocó una fuerte volatilidad en la valoración de estos bienes de colección por los que optan muchos particulares y fundaciones para invertir su patrimonio. Sin embargo, estos activos sufrieron al cierre del año pasado la mayor caída de la última década en cuanto a su aportación a la riqueza de la sociedad española. Además, nunca antes desde 2008 habían perdido valor al cierre anual, según datos de un informe elaborado por la gestora alemana Flossbach von Storch.

A pesar de esta inusual caída, los españoles vivieron el ejercicio pasado la mejor evolución de su poder adquisitivo de, también, los últimos diez años. Con un repunte en términos agregados del 6%. Esto se debe a que los hogares españoles solo tienen confiado un 0,6% de su fortuna a la inversión en joyas, obras de arte, vinos y coches históricos, por lo que el impacto de estos quedó sobradamente compensado con otras categorías de activos, como recoge el estudio de la firma germana.

Tanto es así, que el conjunto de los bienes raíces, que suponen un 85% de la fortuna de los hogares españoles y en los que se incluyen los de colección, sumaron un 7% a la riqueza de los hogares españoles. Los dos motores de esta mejoría fueron la subida de valoración de los inmuebles y de la inversión en capital, que se tradujo respectivamente en un 7,2% y un 7,9% arriba en el índice de Flossbach von Storch. El `ladrillo¿ sigue representando un abultado 74,1% del patrimonio de las familias a este lado de los Pirineos.

No obstante lo anterior, la inversión en bolsa se ha convertido en la gran protagonista del incremento de riqueza de las familias españolas. La renta variable mejoró en un 12,8% el poder adquisitivo de los hogares españoles. Un dato que ha corroborado la reciente estadística del Banco de España, en la que se destaca cómo la apuesta por los fondos de inversión en bolsa en un año favorable para las acciones ha elevado el patrimonio de las familias a máximos históricos. Y eso, a pesar de que en la recta final del año la volatilidad hizo su aparición y restó buena parte del 29,4% de ganancia en riqueza que se acumulaba al cierre del primer semestre, según las cifras recopiladas por Flossbach.

En sentido contrario, la inversión en bonos también resultó negativa para el poder adquisitivo de los españoles. El entorno de tipos de interés al 0% que mantiene el Banco Central Europeo (BCE) y las previsiones de mejoría macroeconómica han hecho que los papeles de deuda hayan restado un 0,9% de riqueza a las familias. En este caso, el movimiento a final de año se vio marcado por las subidas de tipos de la Reserva Federal de EEUU, pues al cierre del tercer trimestre del año se acumulaban pérdidas interanuales por un mucho más amplio 4,4%.

El cálculo para valorar la riqueza que aportan los diferentes activos de colección considerados por Flossbach von Storch ha seguido distintos métodos. En joyas se ha calculado su revalorización frente al índice de precios al consumo (IPC). En arte, se ha valorado su evolución frente a la inflación según el Índice Global de Artprice. En vino, con los valores aportados por el indicador Fine Wine 100 de la plataforma vinícola inglesa Liv-Ex. Para los automóviles, se ha tomado como referencia el Índice Top de la Internacional del Automóvil Histórico (HAGI, por sus siglas en inglés).

Las cuentas de la gestora alemana determinan que la riqueza media de un hogar español está en los 308.400 euros. Sin embargo, la mediana -cifra en la que quedan tantos registros por encima como por debajo- se queda en 195.800 euros. Esto indica, que a pesar de la subida de la riqueza agregada de los españoles, la distribución es asimétrica y son mucho más comunes números por debajo de la media nacional, mientras que son menos las familias que superan esta cota.