Carlos Herrera ha colgado el micro por vacaciones. El locutor almeriense ha desconectado estos días para recargar pilas, aunque a buen seguro volverá durante el verano con su tradicional ruta de los polígonos. Sin embargo, su verdadero quebradero de cabeza comenzará a partir del mes de septiembre.
Será entonces cuando Herrera en Cope se la juegue. Empezará la cuenta atrás para lograr el gran objetivo que se ha fijado: alcanzar el liderato de las mañanas de la radio en España. Una tarea que no será sencilla y para la que ya está estudiando los cambios que hará a partir de la próxima temporada en su programa.
La intención del locutor es aprovechar el rebufo de lo conseguido a lo largo de la temporada que ahora termina. Es decir, el haber sido capaz de capitalizar el descontento de la ciudadanía con la gestión del Ejecutivo, y convertirse en el azote del gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.
Así que Herrera tratará de atraer a todos esos descontentos que ahora mismo no escuchan su programa para recortar distancias con la Cadena Ser. Ambos programas están separados por poco más de 400.000 oyentes, una de las menores diferencias de la historia. No es de extrañar que en COPE vean el liderato de las mañanas a la vuelta de la esquina y que quieran poner toda la carne en el asador.
La intención de la emisora de los obispos es aprovechar dos circunstancias: el efecto oposición, pero también la debilidad que tiene en este momento la Cadena Ser. Su principal competdira, Àngels Barceló está cuestionada tras los últimos cambios del Grupo Prisa. Su posicionamiento de izquierdas choca con la línea más moderada que quiere aplicar la dirección que comanda Javier Monzón.
Objetivo, EGM
El esfuerzo que espera a Herrera será titánico, pero debería ayudar a que en el Estudio General de Medios (EGM) de noviembre se noten los resultados. Una medición vital para el sector, máxime después de que la segunda ola no se haya podido publicar por el Covid-19. Servirá como termómetro de audiencias, pero también para que las cadenas puedan renegociar sus contratos publicitarios de cara a 2021.
Es cierto que de publicidad Herrera va sobrado. Como ha contado Invertia, los anunciantes tienen en su programa uno de los grandes referentes, por lo que casi se puede decir que hacen cola para programar su publicidad en él. Cope lo sabe y en un contexto de recesión como el que nos encontramos será vital apoyarse en el locutor.
El propio Herrera también es consciente de su fortaleza en ese campo y la aprovechará. No sólo para atraer nuevos anunciantes a la casa, también para buscar algunas ventanas de oportunidad a la hora de negociar con los directivos de COPE la renegociación. de su contrato que termina en 2021.
Aunque el locutor descarta hablar sobre este tema, sí es cierto que -como ha contado Fernando Cano en Invertia- la intención de unos y otros es la de renovar. Sobre todo después de que el almeriense haya visto cómo la emisora respeta su intención de ir retirándose progresivamente de la antena para centrarse en las horas de máxima audiencia.