Ediciones Condé Nast inició una nueva estrategia global de contenido que ha traído cambios en la estructura que ahora se materializan en España con la transformación de la sociedad y la ampliación del objeto social de la editora de Vogue y Vanity Fair.
En concreto, Ediciones Condé Nast ha cerrado la transformación de la sociedad anónima en una sociedad de responsabilidad limitada, según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme).
Asimismo, el grupo editorial ha ampliado su objeto social y ahora incluye otros códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Estos son el de televisión; postproducción cinematográfica, de vídeo y de programas de televisión; distribución cinematográfica, de vídeo y de programas de televisión; y exhibición cinematográfica.
Es decir, la compañía potencia su estrategia de negocio hacía un modelo más audiovisual, aunque tampoco son nuevos en este apartado. Hace años, Condé Nast Entertainment (CNE) anunció la creación de CNE Studios, una división que produciría series de televisión sin guion.
Además, la propia compañía reconoce en su web que cada mes su contenido de vídeo genera más de 1.000 millones de visitas. De esta forma también se alinean con el objetivo global de hacer que los ingresos por vídeo crezcan en los próximos años.
Estos cambios se suman a otra operación acometida por la compañía en junio. A principios de mes, Condenet Ibérica fue absorbida por Ediciones Condé Nast. De esta forma, la primera sociedad quedó extinguida mediante disolución sin liquidación, transmitiéndose en bloque a título universal todo su patrimonio a favor de Ediciones Condé Nast.
Para liderar toda esta transformación, la compañía puso en 2021 al frente a alguien de la casa. Así, Natalia Gamero del Castillo fue nombrada managing director de Condé Nast Europe. Supervisa todas las operaciones europeas de la compañía, incluyendo los equipos de Francia, Italia, Alemania, España y Reino Unido.
ERE en pandemia
Esta reorganización empezó en plena pandemia con la compañía en dificultades por la crisis de las revistas. Ambos motivos llevaron a la empresa a poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En un principio, este iba a afectar a 55 personas. Sin embargo, la cifra se rebajó a una treintena de empleados de una plantilla de 178 trabajadores a cierre del ejercicio 2020 (el más actualizado).
Estas salidas se enmarcaron en un cambio en la estructura de trabajo en la que se han creado nuevas capacidades. También ha coincidido con la reorganización internacional. En EEUU, en 2020, también fueron despedidos 100 empleados.
El negocio con la pandemia ha sufrido mucho. En 2020, en los meses del estado de alarma, no distribuyó ciertas cabeceras (AD, Glamour, GQ y CNTraveler), lo que implicó un decremento considerable de la cifra de negocio en los meses de mayo y junio, situación que se regularizó después.
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A pesar de ello, la sociedad cumplió con los pagos de todas las deudas y pagos a sus proveedores y no se vio negativamente afectada por incumplimiento en los cobros de sus clientes, habiendo realizado acuerdos de prórroga de pagos con ciertos de ellos. Tampoco se acogió a un ERTE, según se desprende de la auditoría de sus cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
La sociedad está integrada en el grupo de empresas que encabeza Advance Magazine Publishers, con domicilio social en Staten Island (EEUU), a través de su sociedad dominante directa, Condé Nast International Ediciones Holdings, domiciliada en Nueva York.