Gerard Piqué celebra un gol con el Barcelona

Gerard Piqué celebra un gol con el Barcelona EFE

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Piqué lleva la liga francesa a Twitch, el 'vacío legal' sin límites para emitir publicidad

La empresa del jugador catalán, Kosmos, habría comprado los derechos por 2,5 millones de euros al año. 

25 agosto, 2021 17:22

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Gerard Piqué ha dado un golpe sobre la mesa en el mercado de los derechos deportivos. El defensa del FC Barcelona ha comprado los derechos de la liga francesa (Ligue 1) para las próximas tres temporadas, hasta 2024, a través de su empresa Kosmos.

Se estima que el coste ha sido cercano a los 2,5 millones de euros anuales en una jugada que supone arrebatar a Movistar la emisión de estos partidos. La plataforma de Telefónica tenía contrato en vigor desde que comenzó en la temporada 2019.

Por el momento, Piqué no tiene ventanas de emisión estables por lo emitirá el primer partido de la jornada -con el debut de Lionel Messi en el PSG- en el canal de Twitch de Ibai Llanos y en Telecinco. El acuerdo es solo por este partido, por lo que para saber el destino de los próximos encuentros habrá que esperar en próximas fechas.

Hasta el momento Movistar venía emitiendo los dos o tres partidos más importantes de cada jornada y la idea de Piqué es poder encontrar una ventana para emitir estos mismos encuentros, siempre el del PSG, del Lille o el Olympique de Lyon, los clubes más importantes del campeonato.

El movimiento de Piqué es similar al de la pasada Copa América. Kosmos compró los derechos y cedió todos los partidos a Ibai Llanos para que los emitiera en su plataforma. Unos partidos que llegaron hasta los 100.000 usuarios conectados.

Nuevas plataformas

Con todo, este movimiento tiene varias lecturas. La primera es que Piqué compra productos que ya no interesan en la televisión tradicional. En el caso de la Copa América, solo la televisión gallega había comprado partidos y en cuando a la liga francesa, Movistar no movió ficha para retener estos derechos.

Desde las plataformas tradicionales españolas se dice que la visualización de estos eventos es siempre minoritaria y que no son un contenido premium que ayude a subir las audiencias o a atraer más clientes a la televisión por pago.

La segunda lectura es que este tipo de eventos deportivos sí que tienen mucho más recorrido en nuevas plataformas como Twitch, donde se emiten de manera gratuita y con el relato de Ibai Llanos, streamer de éxito que engancha con una población más joven.

Hay una tercera derivada que es la publicidad. Con la actual legislación Twitch, Youtube, Instagram o TikTok no tienen ninguna regulación para emitir anuncios. No deben cumplir con la ley de protección del menor ni con la regulación que limita a las casas de apuestas. 

Se abre de esta manera un vacío legal en el que Piqué podrá anunciar lo que estime conveniente durante la emisión de estos partidos, sin cumplir con ningunas de las normativas que deben aceptar las televisiones tradicionales. 

Sugerencias de la CNMC

El Gobierno reformó la Ley Audiovisual para poder controlar a estas plataformas, pero sigue sin legislar de manera directa sobre Twitch, Youtube, Instagram o TikTok.

Es por ello por lo que la CNMC lamentó en un reciente informe que por segunda vez no se haya incluido la definición de los “prestadores de servicios de comunicación audiovisual que se soportan en plataformas de intercambio de vídeos” (como son ciertos influencers).

La CNMC insiste en la conveniencia de la inclusión expresa de estos prestadores en la Ley, para que en lugar de aplicarles de manera genérica el marco normativo, este se pueda ajustar a sus peculiaridades.

Hay que recordar que la modificación de la LGCA se produce en unas condiciones muy concretas y muy cambiantes del mercado, y de acceso y consumo de los contenidos audiovisuales. Los nuevos tipos de contenidos, como los vídeos cortos o el contenido generado por los usuarios, tienen cada día más importancia.

La CNMC dice que la irrupción o consolidación de estos nuevos agentes que operan sobre Internet requiere de un marco jurídico actualizado que refleje el progreso del mercado y que permita lograr un equilibrio entre el acceso a los servicios de contenidos en línea, la protección del consumidor y la competencia, indica el regulador.