Resuelta la ampliación de capital y cerrada la refinanciación de la deuda, el siguiente punto que el consejo de administración de Prisa tiene que abordar es el futuro de Juan Luis Cebrián. El ex presidente ejecutivo es, en este momento, el presidente de Ediciones El País (la sociedad editora del diario) y del consejo editorial de Prisa, fruto del pacto para ceder el testigo y posibilitar el nombramiento de Manuel Polanco como nuevo presidente del grupo.
No obstante, hay consenso entre los socios de que Cebrián no puede seguir siendo un directivo con poder de decisión ni en Prisa ni en El País. Los accionistas están trabajando en torno al nuevo equipo directivo liderado por Manuel Polanco y Manuel Mirat para comenzar a generar valor para la compañía e intentar lograr la paz definitiva que permita reflotarla. Una ecuación en la que no entra Juan Luis Cebrián.
Un Cebrián que representa una etapa fuertemente vinculada a manejos políticos que se quieren dejar en el pasado, por lo que se negocia la manera de que pierda todo el peso ejecutivo en Prisa. EL ESPAÑOL ha confirmado con miembros del consejo que se trabaja en una propuesta integral con las nuevas funciones de Cebrián dentro del grupo, las que distan radicalmente de las exigencias que el ex presidente ejecutivo planteó en la Junta Extraordinaria de noviembre cuando anunció su retirada.
No a la Fundación Cebrián
Cebrián propuso al consejo la creación de una Fundación presidida por él y que controlase editorialmente El País y el nombramiento de sus directores, además de mantenerse en sus cargos de presidente de la sociedad editora del diario y del consejo editorial de Prisa con plenos poderes ejecutivos. Todo ello, según ha conocido este periódico, con un salario equivalente al del presidente ejecutivo Manuel Polanco, cercano al medio millón de euros anuales.
En relación a estas peticiones, lo primero que el consejo quiere enterrar es la Fundación Cebrián. Los accionistas consideran que un órgano de este tipo es innecesario en un contexto de contención presupuestaria y, por tanto, el objetivo es no ponerlo en marcha. No obstante, si llegase a salir adelante, desde luego no estará presidida por Cebrián.
De esta manera, la propuesta pasa por ofrecerle una presidencia honorífica de El País, pero sin ningún poder ejecutivo y totalmente supeditada al consejero delegado Manuel Mirat, al consejero delegado de Prisa Noticias e incluso al director de El País. En cuanto a su función como presidente del consejo editor de Prisa, solo se mantendría con un cargo de representación, pero sin decisión.
Salida de Cebrián
Esta oferta también pasa por un nuevo acuerdo económico. Cebrián pide medio millón de euros al año, pero la idea del consejo es rebajar considerablemente este montante.
Esta propuesta se discutirá en la reunión del consejo de finales de febrero que originalmente se convocará para establecer el nuevo equilibrio accionarial de la compañía surgido tras la ampliación de capital que sigue en marcha, pero que ha quedado casi resuelta el viernes pasado con la suscripción de casi la totalidad de los actuales socios de la compañía.
En estos momentos hay consenso en el consejo sobre esta propuesta, pero cautela para su concreción por si se produce un cambio en el reparto del consejo tras la ampliación que se cerrará a finales de febrero. En esta línea, sobre la mesa también está el plan de Amber para pedir la salida inmediata de Cebrián.
De hecho, en el fondo liderado por Joseph Oughourlian existe la esperanza de que esta propuesta sea lo suficientemente poco atractiva para que invite al ex presidente ejecutivo a marcharse voluntariamente. En cualquier caso, e incluso si Cebrián acepta estas nuevas condiciones, muchos creen que su vida como presidente honorífico de El País no debería ser muy larga. Amber ya tiene el 26% del capital consolidándose como el primer accionista de la compañía.
La idea es poder anunciar públicamente este “plan de salida” en la Junta Extraordinaria de Accionistas de marzo en la que se aprobará el nuevo reparto del capital y la llegada de nuestros consejeros si procediese, aunque si se enquistan las negociaciones con Cebrián y se retrasan las conversaciones, la comunicación oficial se postergará para la Junta Ordinaria de junio.
Jubilación del ex presidente ejecutivo
Respecto al coste de una eventual salida de Cebrián, fuentes del consejo han confirmado a este periódico que solo se le pagarán los siete millones correspondientes a su jubilación y cuyo montante Prisa lleva provisionando en los últimos cursos. Esto significa además que -en principio- queda sin efecto el bonus de 1,9 millones de euros en acciones ligado al nuevo Plan de Incentivos del que el ex presidente Ejecutivo era el único beneficiario según se acordó en el consejo de administración celebrado en octubre.
Estas fuentes explican que este plan estaba ligado a las negociaciones de Cebrián para cerrar la ampliación, unas gestiones en las que no ha participado tras abandonar la primera línea de la compañía el 31 de diciembre de 2017. Formalmente la ampliación comenzó a rodar el 22 de enero de 2018 con el “acuerdo de fijación de términos y condiciones del aumento de capital por el consejo de administración”.
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