La difusión a través de las redes sociales de noticias falsas que intencionadamente inducen a error a los lectores se ha convertido en un problema cada vez mayor para las democracias europeas, según el alarmante diagnóstico que hace la Comisión Europea. Las fake news ya jugaron un papel destacado en el referéndum del brexit o en las elecciones presidenciales francesas y han vuelto a cobrar protagonismo en la crisis catalana. Bruselas ha decidido declarar la guerra contra la desinformación en internet y sopesa imponer nuevas obligaciones legales a las plataformas digitales como Facebook o Twitter y a los medios en toda la UE.
El primer paso ha sido el lanzamiento este lunes de una consulta pública dirigida a ciudadanos, medios de comunicación y expertos. Su objetivo es recabar opiniones sobre las medidas que podría adoptar la UE para frenar la propagación de las fake news. El plazo para recibir propuestas concluye el 23 de febrero de 2018. En paralelo, Bruselas pondrá en marcha un grupo de expertos de alto nivel encargado de asesorarle sobre el tema de las noticias falsas.
"Vivimos en una época en la que el flujo de información y de desinformación ha adquirido una dimensión casi abrumadora", resalta el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans. "Por esta razón, debemos proporcionar a nuestros ciudadanos los instrumentos necesarios para detectar las noticias falsas, poder tener mayor confianza en los medios en internet y gestionar la información recibida", alega para justificar esta iniciativa.
Más financiación para los medios fiables
Entre las medidas que sopesa Bruselas para las redes sociales se encuentran obligarles a contratar a editores humanos que comprueben la veracidad de las informaciones, o a invertir en soluciones tecnológicas como la inteligencia artificial que ayuden a detectar fake news. Las plataformas como Facebook deberían clasificar las informaciones según su fiabilidad y difundir por sus canales de noticias sólo las más veraces.
Otras actuaciones posibles pasan por forzar a las plataformas digitales a invertir más en la formación de sus usuarios, a dar más remuneración a los medios que producen contenidos fiables en internet o a financiar la actividad de las ONG contra las fake news. Bruselas también plantea que se corte la financiación publicitaria a los websites que difunden noticias falsas.
En cuanto a las iniciativas dirigidas a los medios de comunicación, la Comisión plantea como soluciones invertir más en nuevas formas de relato, como el periodismo de datos; aumentar la colaboración entre medios; o colaborar en la formación de los lectores para ayudarles a distinguir entre información fiable y fake news.
Esta consulta solo se refiere a las noticias falsas y la desinformación en internet cuando su contenido no es de por sí ilegal y, en consecuencia, no son aplicables las medidas legislativas y de autorregulación ya existentes, tanto nacionales como de la UE. Una vez examinadas todas las respuestas a la consulta, el Ejecutivo comunitario presentará una estrategia de la UE contra las fake news en primavera de 2018.