
Una pasajera consulta un panel de salidas de vuelos en la zona de facturación de la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, a 1 de agosto de 2023, en Madrid (España). Europa Press
Los aranceles de Trump ponen en jaque al turismo español: temor a que 4,2M de viajeros dejen de venir o gasten menos
La llegada de turistas de EEUU se podría reducir por la previsible caída de su poder adquisitivo y el sentimiento de rechazo en Europa.
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Ni los billetes aéreos, ni el alojamiento, ni los paquetes turísticos se ven directamente afectados por la guerra arancelaria orquestada por el impredecible Donald Trump. A corto plazo, de hecho, no hay efectos colaterales que lamentar. Sin embargo, la industria turística vuelve a estar rodeada de uno de sus mayores enemigos: la incertidumbre por lo que podría pasar en un futuro y su impacto sobre el motor económico de España que aspira a cerrar el año por encima de los 100 millones de viajeros.
Y ¿qué podría pasar? Pues los expertos del sector consultados por este periódico coinciden en que una de las consecuencias de esta batalla comercial será que los estadounidenses reducirán sus viajes a Europa por dos razones. La primera es por la caída del poder adquisitivo de los ciudadanos debido al aumento del precio de muchos productos gravados con aranceles.
“Creemos que puede afectar a los viajes internacionales ya que cuando la gente tiene menos poder adquisitivo lo que hace es quedarse dentro del país”, señala el CEO de Destinia, Ricardo Fernández. Aunque precisa que hasta que no se regule un poco esta inestabilidad es “difícil saber cómo nos va a afectar al ciudadano de a pie”.
El turista norteamericano es muy importante para España. En 2024, visitaron nuestro país 4,2 millones de turistas estadounidenses, lo que representó el 4,5% del total de turistas recibidos. Es, por tanto, el sexto mercado emisor más importante y primero fuera de Europa.
El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, no cree que estén en peligro estos más de 4 millones de viajeros. Si bien, opina que una posible afectación en lo socioeconómico podría enfriar la economía de dicho país y quizá ello sí influyera en el consumo de viajes a nivel general del consumidor estadounidense. Especialmente si hablamos de la clase media, que es la que suele viajar más a España.
Y aquí lo que preocupa es perder a este viajero porque suele gastar más que el resto en España. Y para muestra un botón. El año pasado, realizaron un gasto de 9.000 millones de euros (7,1% del total), lo que situó a Estados Unidos en quinto lugar con respecto al gasto realizado, según datos de Turespaña y del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los gastos medios por persona y día ascendieron a 2.113 y 273 euros, respectivamente, mientras que la estancia media se situó en 7,7 noches.
Datos muy superiores a la media de viajeros, que gastaron 1.441 euros en su viaje y 159 euros al día. Su importancia es tal que tanto el Gobierno nacional como algunas ciudades como Madrid llevan años dirigiendo sus campañas de promoción turística hacia este mercado.
Desde el Ayuntamiento de Madrid aseguran a este periódico estar siguiendo muy de cerca los distintos escenarios que se están dibujando ya que EEUU es su principal mercado internacional. De momento, se muestran prudentes y optimistas por el buen trabajo de posicionamiento realizado. “Estados Unidos sigue siendo un mercado prioritario, y mantenemos una agenda activa de promoción en ese país”, detallan.
No obstante, juegan con la baza de que la capital “se ha consolidado como un destino muy atractivo para el turismo a nivel mundial”. Por ello, la estrategia del consistorio madrileño también se centra en trabajar otros destinos de Europa, Latinoamérica y Asia.
Obviamente, su principal vía de llegada a nuestro territorio es el avión. Y aquí las alarmas también se han encendido. Antonio López Lázaro, CEO de Euroairlines, alerta de que el viajero norteamericano se podría “enfrentar a una reducción de la oferta en determinadas rutas y un encarecimiento de los billetes debido a la tensión entre demanda y capacidad operativa”. Hay aerolíneas americanas que, incluso, ya están observando una demanda interna más débil.
Pero al mal tiempo, buena cara. La industria turística ha sabido reponerse a crisis tan duras como la que dejó la pandemia de la Covid. Y frente a esta incertidumbre e inestabilidad, desde la patronal de agencias de viajes apuntan a México y Canadá como mercados sustitutos de EEUU. De hecho, ya se está reportando la caída de reservas de estos países hacia Estados Unidos.
“Es más que probable que tanto mexicanos como canadienses miren más hacia Europa como destino para sus vacaciones y en ello España puede obtener beneficio, dado su buen posicionamiento turístico”, indica Garrido.
La segunda razón por la que podría caer la llegada de turistas de EEUU está relacionada con el sentimiento de rechazo en Europa, aunque de momento sea solo una percepción. De hecho, el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China no ayuda.
“Con el tema del viaje a China, dicen que España no es un país fiable. Eso seguramente sí puede afectar a los Estados Unidos, a la mentalidad de los viajeros porque van a pensar que a lo mejor no son bienvenidos y cambian su destino”, detalla el secretario general de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Ramón Estalella.
¿Viajar a EEUU?
Y mientras la industria en España se prepara para el impacto incierto a largo plazo, en nuestro país el turista se muestra más reticente a viajar al país. Desde la agencia online Destinia avanzan que las búsquedas para viajar a EEUU “están bajando”. Y aunque todavía no es algo crítico, prevén que esto puede afectar a largo plazo. A corto plazo, de momento, no notan grandes cambios.
“Con toda la incertidumbre que se está generando, la gente empieza a tener un poco de miedo de ir a EEUU. Esto no es tanto por los precios de los aranceles, sino por la situación de tensión que se está viviendo”, explica el CEO.
Y a futuro la cosa podría empeorar. Si la situación arancelaria se agrava o deriva en restricciones migratorias más severas, “podría haber un cambio en la percepción del destino, lo que afectaría las decisiones de viaje a medio o largo plazo”, advierten desde Euroairlines.
No obstante, desde este lado del charco el mensaje es más tranquilizador. Las aerolíneas españolas (Iberia y Air Europa) refuerzan su apuesta por EEUU y no retocarán su programación. Aena, por su parte, mantiene el crecimiento del 3,4% del tráfico aéreo para 2025.

Aviones de Iberia y Air Europa.
Además, España también podría aprovechar el miedo de muchos europeos a viajar a EEUU por las noticias de maltrato recibido por algunos turistas por parte de los funcionarios de inmigración. ¿Cómo? Atrayendo a estos turistas a nuestras playas y ciudades.
No obstante, desde el sector turístico coinciden en que todo va a depender de cómo quede al final la relación entre España, Europa y Estados Unidos. Cabe recordar que cada día la situación cambia y los aranceles que se imponen casi al momento se paralizan.
Por eso, “el efecto final está supeditado al curso del proceso de negociaciones con todas las economías afectadas y sus implicaciones sobre la economía global, los niveles de confianza e incertidumbre de todos los agentes económicos y su traslación a las decisiones de consumo turístico”, señalan desde el lobby turístico Exceltur.
Por lo que el sector del turismo (con un peso de más del 12% en el PIB de España) respira tranquilo, pero miran con cierta cautela y precaución lo que acontece al otro lado del Atlántico.