Hace unos días, el secretario nacional de Turismo del PP, Agustín Almodóbar, exigió al Gobierno en funciones que aclarara el futuro de los viajes del Imserso, a la vez que aseguró que esta temporada se veía abocada a un nuevo retraso. Alegaba que se había tardado tres meses en adjudicar el concurso para dilatar el proceso todo lo posible para que el margen de maniobra fuera mínimo. Pero, ¿realmente estamos ante un nuevo retraso de la temporada de estos viajes para los jubilados?
Los plazos lógicos determinan que para que la temporada 2023-2024 vaya en orden, las agencias de viaje deberían empezar a comercializar los viajes en septiembre para que los jubilados puedan disfrutar a partir de octubre de algunas de las 886.269 plazas (70.000 más que en esta campaña 2023-2024).
Ávoris fue la compañía adjudicataria de los tres lotes del Imserso: costa peninsular (443.887 plazas); costas insulares (230.039 plazas) y circuitos y capitales de provincia para los ciudadanos españoles (212.343). Su adjudicación definitiva se produjo el 3 de agosto tras desestimar el recurso de Soltour y Guest Incoming, que presentaron una alegación.
A partir de ahí, fuentes hoteleras confirman a EL ESPAÑOL-Invertia que "Ávoris ya está en conversaciones con los hoteles que tenía apalabrados" en la presentación de las ofertas para optar a los lotes del programa social en el concurso público. El único punto donde hay discrepancias sigue siendo el de otros años: el precio que cobrarán los hoteles.
En los pliegos de esta temporada se contempla una subida de un 7,5%. Así, los hoteleros cobran ahora una media de 26,6 euros por persona y día y las agencias perciben 14 euros por cada viaje que gestionan. Sin embargo, desde el sector creen que es "insuficiente". Desde la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Hosbec, calcularon que ese precio debía ser como mínimo de 30-32 euros para no perder dinero.
No es la primera vez que los hoteleros se quejan del precio. De hecho, este asunto está detrás de algún que otro retraso en el inicio de los viajes temporadas atrás. En 2021, el concurso sufrió una paralización cuando el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales frenó la tramitación de los viajes del Imserso tras el recurso presentado por Hosbec.
Finalmente, días después desestimó el recurso -al que también se sumó la Confederación Española de Alojamientos Turísticos (Cehat)- y levantó la suspensión cautelar del proceso de contratación.
Ese concurso (el anterior al actual) sufrió grandes retrasos. Su venta arrancó a mediados de diciembre y el 10 de enero de 2022 fue cuando empezaron a viajar los primeros jubilados. Es decir, tres meses después de lo normal. Cierto es que en ese momento la pandemia también estaba relacionada con la marcha del programa social.
De vuelta a esta temporada, todo parece ir sobre lo marcado en el calendario. De hecho, tras la adjudicación a Ávoris de los tres lotes y la desestimación del recurso de Soltour y Guest Incoming se abría la puerta a un nuevo alegato. Así lo confirmaron desde el turoperador y el receptivo. Pero de momento no se ha presentado ningún alegato nuevo a la Mesa de Contratación, según confirman a este medio.
Una medida para evitar dilatar el comienzo del programa. De hecho, la propia Ávoris declinó impugnar el reparto de lotes en 2021 para evitar que se alargara aún más el inicio de los viajes.
Así que sin alegaciones ni recursos a la vista, todo parece indicar que los viajes del Imserso no sufrirán ninguna demora.
Nueva temporada
En la temporada 2023-2024 se ofrecerán en total 886.269 plazas, con una aportación del Imserso de 71,7 millones. El valor estimado del programa (incluyendo tanto la aportación pública como las de los usuarios), sumado el IVA, llega a los 318,73 millones de euros, de los que el instituto aporta el 22,5% y los usuarios el 77,5% restante.
Los precios irán desde los 124,7 euros que costará el viaje de cuatro días a capitales de provincia (116 euros para la temporada actual) hasta los 436 euros de los diez días en Canarias con transporte (405,5 ahora).
Las arcas públicas también se benefician de este programa. Se calcula que por cada euro que el Gobierno invierte en los viajes del Imserso recibe 1,56 euros. Ese beneficio lo consigue gracias a que estos viajes favorecen la creación y mantenimiento del empleo en el sector turístico.
Sin estos viajes, muchos trabajadores de estos establecimientos acabarían en el paro, por lo que tendrían que cobrar una pensión de desempleo a cargo del Estado. Así, el Gobierno sigue recaudando el IVA, Impuesto de Sociedades e IRPF y se ahorra el pago del desempleo.