Tras tres años sumidos en los efectos de la pandemia y la crisis provocada por la guerra en Ucrania, el sector turístico en su conjunto coincide en que este verano será de récord (superando cifras de 2019). No solo en cuanto a visitantes, sino también en un gasto turístico que redundará en la facturación y los beneficios de cadenas hoteleras, restaurantes, aerolíneas… Sin embargo, el verano arranca con una pequeña sombra. El segundo mercado emisor por excelencia, el alemán, ya no nos visita como antes.
En concreto, en junio nuestro país recibió la visita de 8,3 millones de turistas internacionales, un 10,9% más que en el mismo mes de 2022, pero todavía un 5,8% inferior a la de junio de 2019. Alemania aportó 1,1 millones (los segundos tras Reino Unido). Esto supone un 1,3% menos en tasa anual y está por debajo de los 1,3 millones que llegaron en 2019. Una cifra que, por lo general, no suele reflejar caída en sus llegadas.
¿Y a qué se debe? Pues una de las razones es el aumento del precio de la energía en Alemania provocado por la invasión rusa a Ucrania y que se ha dejado notar en los hoteles de nuestro país. De hecho, Gabriel Escarrer, CEO de Meliá Hotels International, achaca la caída de un 7,7% de la ocupación de sus hoteles en el primer semestre a estos problemas.
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“Tiene que ver Alemania por ser el mercado donde más impactó la crisis energética y, por ello, decidieron no viajar”, señaló el directivo en la presentación de sus resultados esta semana. No obstante, de cara al tercer trimestre Escarrer avanza que ven que “el flujo de cliente alemán está en niveles preCovid”.
Eso sería una buena noticia si tiene su reflejo en el resto del sector ya que hay otros viajeros de otras nacionalidades que también vinieron menos en junio. En concreto, España recibió un 8,6% menos de visitantes de Países Bajos (352.662 viajeros) y un 5,5% menos de belgas (201.403), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A pesar de ello, el gasto turístico internacional alcanzó los 10.606 millones de euros, lo que supone un aumento del 17,5% respecto al mismo mes de 2022. Esta cifra se sitúa un 9,5% por encima de la del mismo mes de 2019.
El gasto medio por turista fue de 1.275 euros, con un incremento anual del 5,9%. Por su parte, el gasto medio diario creció un 7,9%, hasta los 188 euros. Los alemanes gastaron de media 1.156 euros. Su gasto se sitúa debajo de la media (como en meses y años anteriores).
El junio más caro
Más allá de los alemanes, la inflación está provocando que este verano asistamos a uno de los más caros de la historia. Tanto que ya en junio se registró el dato más alto de facturación por una habitación de hotel. De media, los ciudadanos pagaron 112 euros por cada noche de hotel en España, lo que supone un aumento del 6,7% respecto al mismo mes de 2022.
Supone también situarse muy por encima de las cifras preCovid. En junio de 2019, alojarse en un hotel costaba de media 93,1 euros, es decir, casi 20 euros menos. Desde entonces, el precio descendió durante los años 2020 y 2021 debido a la pandemia, llegando a tener una media de 57,9 euros en junio de 2020.
Una vez se recuperó el país de la crisis sanitaria, la invasión rusa a Ucrania provocó que los precios se dispararan marcando récords casi cada mes. En lo que va de año, el incremento también es notable, pasando de los 95,4 euros en enero a los 112 de junio.
Lo que indica que los meses de julio y agosto (los más importantes a nivel turístico) podría dispararse y acercarse e, incluso, superar el récord histórico de los 127,6 euros de media de agosto de 2022.
Hostelería
Además, las previsiones de sectores como la hostelería también llevan al sector a esperar récords tanto en facturación como en empleo, favorecida por la fortaleza del turismo internacional con recuperación de las visitas y especialmente de su gasto asociado, según la patronal Hostelería de España.
Así, para los próximos meses de verano se espera que el sector siga la senda positiva, que podría suponer una subida de la facturación de hasta un 10% respecto al año anterior en que en los principales meses de la temporada estival ya se superaron las cifras precrisis.
Buenos resultados
Todo este optimismo viene acompañado de unos buenos resultados empresariales semestrales para las principales compañías turísticas del país. Algunas de ellas salen de pérdidas y vislumbran un buen verano.
Por ejemplo, Meliá cerró el primer semestre con un resultado consolidado atribuido de 42,5 millones de euros frente a los 3 millones de euros en 2022. La compañía atisba una temporada estival positiva gracias a que la demanda turística mantiene su solidez sin signos apreciables de desaceleración, a pesar de la inflación y el endurecimiento de la financiación.
En este sentido, las reservas diarias en libros superan a nivel global (en términos monetarios) en más de un 30% las registradas en los hoteles vacacionales en 2019, e incluso las registradas en una temporada satisfactoria como la de 2022 (con un incremento de más de un 10%).
Por su parte, IAG (Iberia, British Airways), obtuvo un beneficio después de impuestos de 921 millones de euros en el primer semestre frente a las pérdidas de 654 millones de euros. En su caso, el grupo aéreo mantienen unas perspectivas alentadoras para el verano, dado que las reservas cubren ya alrededor del 80% de los ingresos previstos del tercer trimestre. Y para el cuarto trimestre ya cuentan con un 30% de reservas.