José Luis Escrivá, ministro para la Transformación Digital y de Función Pública, ha asegurado que la decisión del Gobierno de entrar en el capital de Telefónica está en línea con lo que han hecho antes otros países europeos, en los que el Estado sigue siendo accionista relevante de sus principales operadoras de telecomunicaciones.
"La singularidad éramos nosotros, no los países de nuestro entorno", ha asegurado Escrivá, en referencia al anuncio de la compra de la compra de un 10% de Telefónica por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para exponer las líneas maestras de su actuación en el campo de la digitalización.
A preguntas de varios diputados, Escrivá ha recurrido a unos de los argumentos que el Gobierno ya esgrimió cuando anunció su intención de volver al accionariado de Telefónica 26 años después de la privatización del operador incumbente en España.
[El Gobierno ordena a la Sepi comprar hasta un 10% de Telefónica para hacer frente a la saudí Stc]
Así, el ministro ha reiterado que lo que el Gobierno está haciendo con su entrada en Telefónica como primer accionista es "simplemente" lo que han hecho otros países del entorno de España "mucho antes".
Por ejemplo, Alemania ostenta un 13,8% del capital de Deutsche Telekom, mientras que Francia es titular de un 13,4% de las acciones de Orange. En el caso de Italia, el Gobierno adoptó en agosto de 2023 un acuerdo para incrementar hasta el 20% su participación en la compañía que agrupa los activos de la red fija de Telecom Italia.
Además, Escrivá también ha incidido en que la vuelta al capital de Telefónica es "una inversión en un sector absolutamente estratégico", como es el de la tecnología y las telecomunicaciones, y que cada vez tiene más relevancia a nivel mundial por distintas razones.