Las redes de nueva generación son un factor fundamental para asegurar la prosperidad futura de Europa y conseguir que sus habitantes puedan beneficiarse de todas las oportunidades que trae consigo un progreso tecnológico sin precedentes. Una conectividad total y de calidad hará que todos los ciudadanos tengan acceso a los nuevos servicios digitales que están transformando la economía y la sociedad.

Sin embargo, la actual regulación del mercado digital pone en riesgo la consecución de los ambiciosos, pero necesarios, objetivos de conectividad que se ha fijado Europa. Se trata de un modelo diseñado para un entorno de mercado que hace tiempo que dejó de existir y que desincentiva la inversión de los operadores en el despliegue de nuevas redes.

Precisamente, la búsqueda de un nuevo modelo que sí esté adaptado a la exigencia de los nuevos tiempos está detrás de la consulta pública sobre el futuro de las telecomunicaciones que lanzó el pasado mes de febrero la Comisión Europea (CE) y cuyo plazo para presentar aportaciones se cerró el pasado 19 de mayo.

Todos estos aspectos fueron abordados en el encuentro 'El futuro de la conectividad en Europa: Nuevo mundo, nuevas reglas' organizado por EL ESPAÑOL-Invertia en colaboración con Telefónica. En él se puso de manifiesto esa importancia de adaptar la regulación al entorno tecnológico al actual, con muchos puntos en común, pero también con alguna discrepancia en aspectos como la contribución de las grandes tecnológicas a la financiación de las redes.

El encuentro contó con la participación de Juan Montero, chief Public Policy, Regulatory and Competition officer de Telefónica; Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES; Amalia Pelegrín, directora de Políticas Digitales, Sostenibilidad y Desarrollo de Talento de Ametic, y Fernando Corredor, director de Marketing y Asuntos Corporativos en Nokia España.

Nueva regulación

Durante la conversación. Montero destacó que el modelo actualmente en vigor fue un "éxito" en el momento de la liberalización de las telecomunicaciones hace ya 30 años. Sin embargo, añadió que hace ya unos 10-15 años, según el estado miembro de la UE que estemos considerando, dejó de ser el idóneo para un tiempo nuevo marcado por una competencia efectiva y unas grandes exigencias en cuanto a despliegues de redes.

En su opinión, son varios los aspectos a abordar, como la necesidad de acabar con la excesiva fragmentación de los mercados europeos que hace imposible que las operadoras tengan la escala suficiente para abordar el reto que tienen por delante. Además, abogó por dejar al mercado funcionar con determinado grado de libertad e impulsar la revisión en profundidad de la actual regulación, así como por que los grandes generadores del tráfico que circula por las redes contribuyan a su financiación.

De izquierda a derecha: Víctor Calvo-Sotelo (DigitalES), Amalia Pelegrín (Ametic), Alfonso Muñoz (EL ESPAÑOL-Invertia), Juan Montero (Telefónica) y Fernando Corredor (Nokia España). Javier Longobardo E.E.

En esta línea, Calvo-Sotelo remarcó que el hecho de que la CE haya puesto en marcha una consulta pública al respecto es una señal de que considera que el modelo actual no es el adecuado y puede "poner en peligro el que Europa pueda cumplir sus compromisos con el mundo de la nueva economía digital".

A este respecto, Corredor ha incidido en que, dado el "drástico" cambio tecnológico, "parece lógico pensar que la regulación ha de cambiar". Así, ha reclamado una mayor "homogeneidad" en Europa para poder competir contra otras regiones y facilitar las inversiones. No obstante, también ha advertido de que hay que ser "prudentes" y tener cuidado en cómo se regula "para no dar pasos atrás".

Fair share

Pelegrín coincidió en que la situación que atraviesan actualmente los operadores viene determinada por algunos fallos en la regulación. Por ejemplo, remarcó que ha estado muy centrada en permitir un número elevado de operadores y en forzar bajadas de precios que no han beneficiado en nada al sector. "Creo que hubo un momento en el que a lo mejor había que haber tendido a desregular y no se aprovechó", recalcó.

Aunque Pelegrín se mostró de acuerdo con Montero en gran parte de sus propuestas, no ocurrió así en la cuestión relativa a la contribución de las 'Big Tech' a la financiación de las redes. En concreto, apuntó que es el usuario el que genera el tráfico y no el proveedor del contenido y este ya paga todos los meses su tarifa de internet. Por ello, consideró que se está hablando de "un doble pago" que no ven justificado.

[Las telecos ven un "fallo de mercado" que las 'Big Tech' no paguen por las redes y piden a Bruselas resolver el debate]

Una afirmación que negó Montero, quien remarcó que el coste que ha tenido el aumento del tráfico lo han asumido los operadores, ya que el cliente sigue pagando lo mismo que hace diez años y las empresas responsables de ese incremento tampoco lo han asumido. Así, subrayó que mientras que el tráfico de Internet ha crecido de media un 36% anual en estos diez años, los ingresos de las operadoras han caído un 0,7%.

Asimismo, el directivo de Telefónica ha reconocido el esfuerzo inversor que han hecho las 'Big Tech' en estos años y que puso de relieve Pelegrín, como pueden ser las "enormes inversiones" en contenidos o infraestructuras como cables submarinos. Montero aseguró que las operadoras reconocen ese esfuerzo inversor y no reclaman en ningún momento cobrar por servicios que no prestan.

Acuerdos

Pese a estas discrepancias, durante la conversación sobre este aspecto hubo espacio para el entendimiento. Así, Montero se mostró convencido de que no debería ser tan difícil que haya acuerdos en privado entre telecos y tecnológicas, frente a las diferencias que se están viendo en los foros públicos.

Por su parte, Pelegrín incidió en que ambas partes se necesitan la una a la otra y consideró positivo que se haya abierto el debate, que ha permitido a cada una de ellas mostrar sus inquietudes. Además, recordó que telecos y tecnológicas llevan tiempo colaborando y confió en que al final llegarán a acuerdos en los mejores términos para cada uno de ellos.

Víctor Calvo-Sotelo (DigitalES) y Amalia Pelegrín (Ametic). Javier Longobardo E.E.

Por su parte, Calvo-Sotelo señaló que una solución "inteligente y adecuada" sería establecer un mecanismo que permita a las partes sentarse a negociar y cerrar acuerdos, algo a lo que están acostumbrados. En su opinión, vamos hacia lo que se conoce como un mercado de "doble cara", como pueden ser los medios de comunicación, que se financian tanto a través de sus suscriptores como de la publicidad.

Acuerdos que en todo momento respetarán el principio de la neutralidad de la red. "Una de las cuestiones en las que estamos todos de acuerdo es en la neutralidad de la red y cualquier solución que se proponga va a proteger esa neutralidad", incidió el director general de DigitalES. De la misma opinión es Corredor, quien también recordó que el modelo de acuerdos ha demostrado su eficacia en el sector e instó a garantizar que cualquier decisión que se tome no sea perjudicial para el usuario final.

Importancia de las redes

Donde sí hubo un acuerdo unánime en la mesa es en la importancia que tendrá para Europa el contar con unas redes preparadas para aprovechar todas las oportunidades que trae consigo el desarrollo digital. Calvo-Sotelo advirtió de que si Europa se queda atrás en el despliegue de tecnologías como el 5G volverá a quedarse en el "segundo vagón" de esta transformación y no será capaz de competir con el resto de regiones por los nuevos servicios que traiga la digitalización.

En esta línea, la directiva de Ametic agregó que Europa se ha dado cuenta de que otra vez se está quedando atrás y no va a ser capaz de recuperar el liderazgo que tuvo en 3G y perdió con 4G. Además, incidió en que recuperar ese liderazgo pasa por garantizar que todo el mundo tenga acceso a la conectividad de nueva generación y pueda aprovecharse de los beneficios que trae esta nueva era, lo que pasa por despliegues, formación y apoyo a las empresas.

De izquierda a derecha: Alfonso Muñoz (EL ESPAÑOL-Invertia), Juan Montero (Telefónica) y Fernando Corredor (Nokia España). Javier Longobardo E.E.

Por su parte, Corredor destacó que el progreso tecnológico "sin precedentes" que se espera para los próximos años gracias al auge, por ejemplo, de la inteligencia artificial o la realidad inmersiva, va a requerir un cambio en las redes. Así, apuntó que las actuales son todavía jerárquicas, poco flexibles y no están preparadas para la transformación que se espera.

Por ello, el directivo de Nokia incidió en la necesidad de ampliar las capacidades de las redes para que puedan canalizar toda la información que circula por ellas, extraer los datos y hacer inteligencia de negocio. "Sería una red diseñada para sentir, para pensar y para actuar", concluyó.

En esta línea, Montero incidió en que es el momento de generar una red nueva que tenga una nueva relación con los desarrolladores de los servicios digitales que circulan por encima de ella. De ahí, la importancia de la iniciativa Open Gateway presentada en el pasado MWC y que ha unido a toda la industria para evolucionar las redes y prepararlas para un futuro que cada vez es más presente.