La calma parece haber llegado al mercado español de las telecomunicaciones. Los cambios de compañía de telefonía correspondientes al mes de julio han registrado su nivel más bajo desde abril de 2017, lo que indica que la guerra comercial que las operadoras han mantenido durante años por lograr incrementar su base de clientes parece haber quedado ya atrás.  

Así lo confirman los datos publicados este jueves por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que constatan un descenso continuado en los últimos meses de los 'robos' de clientes y dejan atrás unas elevadas cifras de portabilidad que no han contribuido a mejorar la sostenibilidad de un sector en apuros. 

En concreto, los datos de la CNMC muestran que en julio de 2022 se llevaron a cabo un total de 604.512 cambios de compañía de teléfono, unas cifras que incluyen tanto los números de móvil como los de fijo. Esto supone un descenso del 9,4% con respecto a las 667.460 portabilidades de junio y del 18,6% respecto a las 717.071 del mismo mes de 2021. 

Esta cifra confirma la tendencia descendente registrada en los últimos meses. De hecho, hay que remontarse a abril de 2017 para encontrar un nivel tan bajo de cambios de operador, ya que en ese mes se produjeron 530.916 portabilidades.

Exceptuando, eso sí, los datos que se registraron entre los meses de marzo y mayo de 2020, ya que durante la pandemia de la Covid-19 el Gobierno decidió limitar las portabilidades de telefonía con el objetivo de reducir los contactos y evitar la propagación del coronavirus.

Aunque julio suele ser un mes con un menor volumen de portabilidades que otros en los que hay más actividad comercial, como son los correspondientes a la 'vuelta al cole', es innegable que esas cerca de 600.000 portabilidades del séptimo mes de 2022 están muy por debajo del más de un millón de cambios de operador que se llegaron a alcanzar en septiembre de 2020. 

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Los datos oficiales de la CNMC correspondientes a los meses de agosto y septiembre tardarán todavía unas semanas en llegar, pero los provisionales que se manejan en el sector confirman que este enfriamiento de la competencia en el mercado se ha mantenido también en estos dos meses. 

Fuentes del sector han indicado a EL ESPAÑOL-Invertia que las portabilidades de septiembre vuelven a estar entre un 15% y un 20% por debajo de los datos del mismo mes anterior, como ya ocurrió en agosto. Ni el inicio de la temporada de fútbol, que ha sido tradicionalmente un desencadenante de una mayor agresividad comercial, ha sido motivo para acelerar los cambios de operador. 

Datos por servicio

En el caso concreto de las portabilidades móviles, se produjeron 486.872 cambios de compañía de teléfono este julio. Se trata del segundo dato más bajo desde abril de 2017, solo superado por las 477.475 portabilidades que se llevaron a cabo en abril de este mismo año.

En comparación con los 564.543 cambios de operadora que tuvieron lugar en julio de 2021, el descenso de la portabilidad móvil ha sido del 13,8%, mientras que respecto a los 526.398 del mes anterior la bajada ha sido del 7,5%. 

Una persona utilizando su teléfono móvil. Europa Press

En lo que afecta a la telefonía fija, en el séptimo mes de 2022 se produjeron 117.052 portabilidades, que representan la cifra más baja desde agosto de 2016, cuando alcanzaron las 115.237. 

En comparación con los 152.528 cambios de operador que se registraron en julio de 2021, el descenso es del 23%. Respecto a los 141.460 de junio de este mismo año, la caída de las portabilidades es del 20,3%.

Cambio de tendencia

Varios son los motivos que pueden estar detrás de este cambio de tendencia en la evolución de las portabilidades en España. Razones que radican tanto en un cambio de comportamiento por parte de los consumidores como de las estrategias comerciales que aplican las operadoras.

Por un lado, la agresividad comercial de las empresas de telecomunicaciones a la hora de hacer promociones y descuentos no es tan elevada como en el pasado y han optado por una política más racional y enfocarse en fidelizar e incrementar el ingreso medio por usuario (ARPU) más que por desarrollar campañas basadas únicamente en precio.

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Tampoco ayuda el cada vez menor margen que tienen las operadoras para llevar a cabo descuentos en el actual entorno macroeconómico marcado por la guerra de Ucrania y los elevados niveles de inflación. Esto ha hecho que se hayan planteando la campaña de la 'vuelta al cole' sin tanta intensidad competitiva como la que se registró en años anteriores.

Y es que las compañías de telecomunicaciones han visto como sus bases de costes han aumentado por la subida de los precios, especialmente los de la energía, sin que este incremento se haya trasladado por el momento a sus clientes. Solo Vodafone ha anunciado que dentro de unos meses actualizará sus precios conforme a la subida del IPC. 

Por otro lado, cada vez hay menos diferencias entre tarifas en un mercado que, además, ha ido inclinándose hacia el bajo coste en los últimos años. Esto provoca que a muchos usuarios no les compense todo el esfuerzo que supone el tener que cambiar de compañía.

Asimismo, los clientes tienen cada vez más servicios contratados con su operadora de telecomunicaciones, lo que hace que su vinculación con su compañía sea mayor y menor la probabilidad de irse. De hecho, el sector está apostando en los últimos tiempos por completar su oferta básica de conectividad con otros servicios como televisión, seguridad, salud o energía.