En concreto, el plan especial tiene como finalidad ampliar el grado de protección singular a la totalidad de la parcela ubicada en la Calle Núñez de Balboa 70 además de llevar a cabo la rehabilitación del inmueble de cocheras. Todas estas actuaciones no alteran el régimen de los usos existentes (que es el de oficinas de Banca March), aunque sí aumentan el aforo actualmente legalizado.

"El edificio ya funciona como oficinas pero está desactualizado en cuanto a imagen y concepto. Vamos a recuperar una serie de espacios para crear salas de reuniones específicas o un pequeño auditorio para clientes, por ejemplo, con determinados atributos como ambiente, confort y luminosidad", explica Sonia Colino, directora de Personas, Marca, Sostenibilidad e Inmuebles de Banca March.

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El plan promovido por Banca March y asesorado por Savills Arquitectura, prevé una inversión inicial necesaria para acometer las actuaciones de 3.125.500 euros, según se detalla en la memoria económica, que añade que la actuación se desarrollará con los recursos propios de Banca March sin necesidad de financiación externa.

Está previsto que las obras comiencen en octubre o noviembre de 2023, y el plazo previsto de ejecución es de 18 meses.

Obras de ampliación

Las obras de ampliación tienen como objetivo aumentar el 10% de la edificabilidad legalizada en la parcela. Una parcela de 6.200 metros cuadrados de superficie, con fachada a tres calles, con dos edificios: el señorial (ya reformado) y el de cocheras (a reformar).

El edificio de cocheras, en concreto, presenta dos volúmenes desde el exterior: uno, que en origen contenía las cocheras y las dependencias del servicio; y, otro, construido hacia 1954 expresamente para oficinas por Juan March.

Interior de la sede de Banca Marc. El edificio de cocheras, a la izquierda.

El señorial, por su parte, consta de cinco plantas, con una superficie total construida de 4.391,41 metros cuadrados. Dicha superficie permanece inalterable desde 2016, cuando se llevaron a cabo las últimas obras, que fueron las que adaptaron el espacio para uso terciario de oficinas.

Banca March es una de las mayores entidades españolas de banca privada. A cierre de junio, sus activos totales ascendían a casi 20.600 millones de euros, un 18,2% más que en el mismo periodo del año anterior y todo ello pese a la volatilidad e incertidumbre que ha generado la guerra rusa en Ucrania. Su ratio de solvencia es del 17,30%; su ratio de mora, del 1,47%, y su ratio de cobertura, del 76,36%. El banco centra ahora su apuesta en Avantio, su modelo digital de banca privada, y la “exitosa” integración de la cartera de BNP Paribas.

Zona codiciada

La zona de Madrid donde se ubica la sede de Banca March es una de las más codiciadas en lo que al mercado de oficinas se refiere. Un mercado que sigue creciendo, según los datos de BNP Paribas Real Estate. Así, en el tercer trimestre del año, la superficie contratada aumentó un 15,2% respecto al trimestre anterior. Porcentaje que se eleva hasta el 38% si la comparación es como el mismo trimestre de 2021. 

En concreto, las zonas CBD (Center Business Center) y Centro (donde se asienta la parcela) han concentrado la mayor parte de la superficie contratada: el 60,8% de la demanda. Es más, la zona Centro ha absorbido el 35,2% de la demanda, y una de cada cinco operaciones firmadas.

Edificio señorial

Las obras se van a acometer en un edificio construido en 1902 por el arquitecto Joaquín Saldaña, el favorito de la clase aristocrática del Madrid de finales del siglo XIX por su contribución al eclecticismo cosmopolita de influencia francesa. El mismo que firmó obras como la iglesia de San Francisco de Sales o el palacete de los duques de Híjar, donde actualmente se ubica la embajada de Portugal.

El encargo del palacio se lo realizó a este arquitecto José Luis Gallo y Díez Bustamante, político liberal, cinco veces diputado a Cortes, la primera por Béjar (Salamanca) y las otras cuatro por Talavera de la Reina, así como consejero de Agricultura, Industria y Comercio. Este mismo mandó construir a Saldaña un palacete en la Castellana, en el número 64, donde vivió con su mujer hasta 1950.

De vuelta al edificio de Núñez de Balboa 70, en 2014 el edificio fue adquirido por el infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo hermano del rey emérito Juan Carlos I por línea materna y a la vez primo segundo por línea paterna. Este infante reformó el edificio principal. 

Después, el palacio fue comprado por el banquero Juan March, quien en 1929 encargó su remodelación para convertirlo en su residencia principal en la capital. Dicha reforma la llevó a cabo Luis Gutiérrez Soto, el mismo que construyó para el banquero el palacio March en Palma de Mallorca, actual museo de la Fundación Juan March. 

Durante la Guerra Civil, el edificio fue usado como hospital. Por lo que gran parte de la decoración interior fue destruida. Tras la contienda bélica, el edificio volvió a sus propietarios. Desde los años 60 y hasta 1985 el edificio se utilizó como residencia. Y, actualmente, este inmueble alberga las oficinas en Madrid de Banca March.