Las siderúrgicas recopilan datos sobre el fraude de tubos chinos para denunciarlo ante Hacienda e Industria
Unesid amenaza con escalar su reclamación a la Comisión Europea si no obtienen una respuesta del Gobierno que les resulte "satisfactoria".
20 junio, 2024 02:14La industria siderúrgica española enfrenta un serio problema proveniente de China. La patronal Unesid está recopilando datos sobre las importaciones fraudulentas de tubos de acero soldados que llegan del país asiático, con el objetivo de denunciar esta situación ante la Agencia Tributaria y el Ministerio de Industria.
Así lo reveló este miércoles el presidente de la asociación y CEO de Acerinox, Bernardo Velázquez, quien aseguró que Unesid ha encargado un informe jurídico a la firma legal Andersen para reunir los datos de fraude, tanto a nivel nacional como europeo.
Desde la asociación industrial advierten que escalarán la reclamación a la Comisión Europea si no obtienen "una respuesta que nos fuera satisfactoria" por parte del Gobierno y Hacienda.
"Ya hemos tenido conversaciones con la Oficina europea de lucha contra el fraude (OLAF). Ellos están muy eufóricos con este tema", aseguró Andrés Barceló, director general de Unesid. "Les dijimos que les proporcionaríamos más información al respecto y, con el análisis que estamos preparando, así lo haremos", añadió.
El informe, que estará terminado "en breve", pretende mostrar una estafa que distorsiona el mercado y que lastra a la industria nacional y a las arcas públicas. Consiste en el ingreso a España de tubos que los defraudadores declaran como estructuras solares, con el objetivo de evadir la normativa europea sobre importaciones de productos de acero.
¿En qué consiste?
Los tubos o perfiles laminados en caliente están sujetos a las medidas de protección impuestas por la Comisión Europea. Cuando se exceden los límites establecidos por las medidas de salvaguardia comunitarias, se deben pagar derechos equivalentes al 25% del valor de la mercancía. Y los contingentes chinos se suelen agotar todos los trimestres.
Los defraudadores declaran estos tubos como estructuras metálicas. "Pero cortar los tubos a medida, galvanizarlos o mecanizar cuatro taladros, no los convierten en estructura", asegura el director general de Unesid.
Declarar mal estos tubos es una manera de eludir las medidas de salvaguardia y reducir el pago de aranceles. Esto perjudica a las arcas públicas e implica el levantamiento de estructuras sobre materiales que no son lo suficientemente consistentes y duraderos en el tiempo.
"La seguridad jurídica es lo primero que mueve a los empresarios. Por eso nosotros no pediremos al Gobierno que las medidas se apliquen a las importaciones anteriores, sino a las que se produzcan de aquí en adelante", detalló el director general de Unesid.
Para entender la magnitud del impacto, sólo en el año 2023 las importaciones de tubos de acero de China declaradas como estructuras fotovoltaicas han generado unas pérdidas de 55 millones de euros. Según la patronal siderúrgica, el pasado año se importaron de China 119.807 toneladas de estructuras para la construcción de este tipo de instalaciones (más de 55.000 toneladas adicionales, lo que prácticamente duplica el volumen registrado en 2022).
En 2023, se importaron 61.000 toneladas de estructuras chinas por debajo de 1.100 euros/tonelada, un importe que se asemeja más al de los tubos de acero que a las estructuras elaboradas. Por tanto, se puede estimar que la cantidad de tubos mal declarada oscila entre 50.000 y 60.000 toneladas.
"Pagafantas de la política"
Los responsables de la patronal siderúrgica también han denunciado la extrema apertura del mercado europeo. "Europa es el único mercado realmente abierto, a pesar de las medidas de salvaguardia".
El sector cerró 2023 con una disminución del 5,8% en las exportaciones, alcanzando los 7,6 millones de toneladas, mientras el consumo se mantuvo un 1% por encima. "Pero no por la producción de nuestras empresas, sino porque las importaciones siguieron aumentando", alertó Barceló.
En este sentido, Unesid aprovechó el miércoles la celebración de su junta general para abordar la problemática del mecanismo de ajuste en frontera del carbono (CBAM). Se trata de un instrumento que está en vigor desde octubre de 2023 en su régimen inicial transitorio, pero cuyos efectos reales no se esperan hasta 2030.
Las dificultades de este mecanismo derivan del esfuerzo de la UE por hacerlo compatible con la Organización Mundial del Comercio (OMC), entidad cuyas reglas, según la asociación, son incumplidas por los otros dos grandes bloques, Estados Unidos y China.
"No podemos ser los pagafantas de la política. Tenemos dos colosos depredadores como China y Estados Unidos, que ignoran los compromisos de la OMC", denunció Barceló.
"La organización no está siendo capaz de intermediar eficientemente en las tensiones que nos está tocando vivir, y la Unión Europea se encuentra en un equilibrio que será difícil de mantener", destacó Bernardo Velázquez.