Aprovechando su visita a República Checa, un país que genera un tercio de su electricidad a partir de sus seis reactores nucleares, Ursula von der Leyen, ha defendido este martes el papel de esta fuente de energía en la transición verde. La presidenta de la Comisión Europea abre además la puerta a facilitar las subvenciones para impulsar la industria nuclear, una posibilidad que provoca fuertes divisiones entre los Estados miembros.
"La elección del mix energético es y seguirá siendo una prerrogativa nacional", ha dicho Von der Leyen en una comparecencia conjunta con el primer ministro checo, Peter Fiala.
"Sabemos que la energía nuclear desempeña un papel central en el sistema energético checo y que seguirá necesitando inversiones para desempeñar su papel en la transición energética checa. Por eso siempre estamos dispuestos a considerar la posibilidad de que reciba ayudas estatales, siempre y cuando se den las condiciones adecuadas. Pero esto es importante", señala la presidenta de la Comisión.
"Y esta es también la razón por la que apoyamos la tecnología nuclear de vanguardia en el marco de nuestra Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas, para impulsar la innovación y la cooperación transfronteriza", ha insistido Von der Leyen.
"Le he recordado a la presidenta de la Comisión que la energía nuclear es realmente importante para la República Checa. Es un sector industrial tradicional en nuestro país, tenemos muchos expertos en nuestro país y en nuestras universidades. Y es una de las formas para que nuestro país alcance los objetivos climáticos y cuente con suficientes fuentes de energía", ha explicado el primer ministro checo.
"Por eso es importante que la energía nuclear siga siendo una de las fuentes de energía limpia preferidas en República Checa. Y estamos haciendo todo lo posible para que la nuclear sea una fuente energética aceptada", apunta Fiala.
El Ejecutivo comunitario tiene la responsabilidad de examinar y autorizar las subvenciones nacionales que concedan los Estados miembros para ampliar y modernizar sus reactores nucleares o construir otros nuevos.
Por su parte, la nueva Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas, que todavía se está negociando entre los Gobiernos y la Eurocámara, recoge las tecnologías esenciales para los objetivos de descarbonización y competitividad de la UE. Aunque la nuclear no figura entre las ocho tecnologías estratégicas prioritarias, la norma sí menciona "las tecnologías avanzadas para producir energía a partir de procesos nucleares con un mínimo de residuos procedentes del ciclo del combustible, los pequeños reactores modulares y los mejores combustibles relacionados".
Sin embargo, el papel de la energía nuclear en la transición climática sigue generando una fuerte división entre los Estados miembros. Francia lidera el bando de los países que defienden situar a la nuclear al mismo nivel que las renovables por tratarse de una fuente de abastecimiento que no genera CO2. Cuenta con el apoyo de República Checa, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía o Eslovaquia.
En el extremo contrario, Alemania encabeza el bando de los Estados miembros contrarios a la energía nuclear por el riesgo de accidentes y los residuos que genera. Un bloque en el que militan también España, Portugal, Austria, Dinamarca o Luxemburgo.