La volatilidad ha regresado al mercado del gas natural europeo, primero impulsada en gran parte por una ola de inversores que apostaba a que los precios bajarán, pero que ahora se muestran nerviosos por lo ocurrido en los últimos días en Rusia.
La rebelión en Rusia del Grupo Wagner ha hecho subir los precios un 8,4%, lo que ha añadido presión a la situación que se vive por los cortes prolongados en el principal productor de Noruega. Todo ello ha puesto fin a un largo período de calma. Las preocupaciones sobre el suministro hicieron que los especuladores que habían apostado por la caída del gas se apresuraran a comprar futuros para cubrir sus posiciones, lo que se conoce como short squeeze, lo que exacerbó los movimientos de precios, según adelanta Bloomberg.
Atraídos por las ganancias récord como las que se vieron el año pasado, algunos fondos que no participan de manera habitual en el mercado del gas probablemente han entrado en operaciones cortas, según aseguran corredores y comerciantes.
Las posiciones cortas totales mantenidas en los futuros de gas de la región han aumentado al nivel más alto en 15 meses. Apuestas similares por parte de fondos de inversión especulativos han alcanzado niveles sin precedentes.
"Algunos traders pensaron que podrían ganar mucho dinero dado el estado de los precios, pero hubo una exageración de lo que esto realmente significó para el mercado del gas", dijo Ed Morse, jefe global de estrategia de materias primas de Citigroup Inc. "Los mercados de gas natural han demostrado ser una trampa tanto para los comerciantes experimentados como para los inexpertos".