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Observatorio de la Energía

Los científicos alertan de que quemar biomasa de bosques primarios emite más CO2 que los combustibles fósiles

EEUU y Canadá ha advertido a Europa de la destrucción de sus bosques para alimentar la creciente demanda europea de combustible de pellets. 

22 marzo, 2023 16:01

La Unión Europea está importando madera de bosques primarios para quemarla en sus plantas de biomasa o producir pellets, pero un grupo de científicos del Oeko-Institut de Berlín, del Instituto Ambiental de Finlandia y del Economy, Land and Climate Insight de Londres, alertan de que este proceso emite más CO2 a la atmósfera que los combustibles fósiles. 

Por eso, un grupo de asociaciones e instituciones jurídicas ambientalistas como IIDMA (Instituto Internacional de Derecho y Medioambiente), Fern (Making the EU work for people & forests), PFPI (Partnership for Policy Integrity) y EeA (Ecologistas en Acción), se han unido. Han escrito una carta a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para pedir más ambición a la posición de España sobre la biomasa forestal que se está debatiendo ahora los trílogos de la Directiva de Energías Renovables (RED).

De hecho, España y otros países en el Consejo no quieren apoyar lo que pide el Parlamento Europeo, que quiere proteger los bosques primarios. "La biomasa leñosa primaria, es decir, la madera extraída directamente de los bosques, debe quedar excluida de los incentivos de la RED como ayudas financieras directas o emisiones de CO2 gratuitas en el régimen de comercio de derechos de emisión", señala la misiva.

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Pero "es necesario aclarar que la madera extraída por cuestión de labores de gestión forestal y cuidado de los montes para reducir el riesgo de incendios forestales está excluida de la definición de biomasa leñosa primaria".

"Los ecosistemas forestales juegan un papel esencial en la mitigación del cambio climático, por lo que asegurar su protección y gestión sostenible es clave para alcanzar la deseada neutralidad climática en 2050", señala a EL ESPAÑOL-Invertia Alba Iranzo, abogada ambiental del IIDMA.

"A diferencia de otros países de la UE, en España la combustión de biomasa forestal para generación de energía renovable y su contribución en la transición energética es muy residual. Por tanto, es necesario que en el curso de las negociaciones de la revisión de la DER III, a punto de finalizar, España adopte una postura coherente con su nivel de ambición climática".

EEUU y Canadá, a favor

La decisión sobre qué tipo de biomasa es la más adecuada para convertirse en pellets de madera o quemarse para producir electricidad, más de 100 entidades de Estados Unidos y Canadá han enviado una carta a los líderes europeos en la que se alerta sobre la destrucción forestal que se está produciendo en Estados Unidos y Canadá para alimentar la creciente demanda europea de combustible de pellets de madera.

Ahora le toca decidir a la Unión Europea y es fundamental la posición de España, junto con otros países mediterráneos, muy expuestos a los incendios y a la desertización de su territorio.

Además, no sería la primera vez que se tomara una decisión parecida. De hecho, el pasado 15 de diciembre, Australia se convirtió en la primera economía importante del mundo en dar marcha atrás en su clasificación renovable de biomasa leñosa quemada para generar energía. Según la nueva política de la nación, la madera extraída de los bosques nativos y quemada para producir energía no puede clasificarse como una fuente de energía renovable.

EEUU, Canadá, Europa del Este (como Bulgaria o Rumania), Vietnam y otras naciones forestales continúan preparándose para cosechar sus bosques para producir cantidades masivas de gránulos de madera, con el fin de abastecer plantas de energía alimentadas con biomasa en el Reino Unido, la Unión Europea, Japón o Corea de Sur.

Más emisiones de CO2

El debate en torno a la utilización de la madera de los bosques, la llamada biomasa leñosa primaria, como sustituto de los combustibles fósiles es acalorado, pero gira en torno a una pregunta obvia: ¿son las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la quema de biomasa leñosa primaria combustible menores que las emisiones que se evitan al no utilizar combustibles fósiles?

Dice el grupo de científicos de diferentes universidades europeas que para ser considerada fuente de energía renovable según la Directiva sobre energías renovables II (REDII), el ahorro de emisiones respecto a los combustibles fósiles debe ser de al menos el 70% en el caso de las nuevas instalaciones.

La cuestión se complica porque los bosques son captadores de carbono con un papel considerable a la hora de contribuir a los objetivos de reducción de emisiones. Reducir su capacidad de secuestro tiene un impacto significativo en los balances de carbono.

La legislación europea fomenta la tala de madera forestal en lugar de la protección de los bosques, que, según las organizaciones ambientalistas, serviría mejor a los objetivos climáticos de la UE.

El concepto del "balance de almacenamiento de carbono en los bosques" describe en qué medida el almacenamiento de carbono en los bosques cambia con la explotación maderera y puede integrarse fácilmente en los balances de GEI. El estudio revela hasta qué punto cambia la capacidad de sumidero de los bosques en función de la cantidad de madera aprovechada.

Para los bosques boreales y templados, se encontró un balance medio de almacenamiento de carbono de 1,2 toneladas de CO2 por metro cúbico de madera cosechada. En el caso de los bosques alemanes, oscilaba entre 0,62 y 1,68 toneladas de CO2 m3. Resulta interesante señalar que en Alemania hay aproximadamente 1,4 toneladas de CO2 m3; encerradas en la madera de haya, roble y especies de árboles caducifolios longevos (en comparación con 1 tonelada de CO2 m3 en las coníferas).