Los gases renovables se postulan como la alternativa complementaria a las energías renovables en la transición a las energías limpias para la lucha contra el cambio climático. "El reto está en los sectores que no pueden descarbonizarse, como la industria o el transporte, y ya existen tecnologías que permiten la generación del biometano o del hidrógeno verde", explica Joan Batalla, presidente de Sedigas, la patronal del sector gasista español durante el Foro 'El gas renovable, vector clave para la descarbonización'.
El principal objetivo es la descarbonización de la actividad económica, no solo del sector energético, sino de los hogares, las empresas y las industrias. Y no todo puede pasar por la electrificación. Por eso, hay una opción que en España está sin desarrollar pero que podría convertirla en la tercera potencia de Europa por detrás de Francia y Alemania: los gases renovables.
"Tenemos una industria que está apostando fuertemente en inversiones para desarrollar el hidrógeno renovable, planes públicos para incentivar su desarrollo, unas infraestructuras envidiables y tenemos una industria que está siendo muy activa", añade Mercedes Ballesteros, directora del Departamento de Energía de CIEMAT.
Ballesteros, además, señaló una tercera tecnología que está en pruebas pilotos y que podría ser un nuevo sistema limpio de generación térmica o eléctrica, como el gas sintético. "Es verdad que todavía no es una opción que haya llegado a mercado. Se obtiene por descomposición térmica de los residuos forestales, por ejemplo".
En España, con una gran superficie arbolada y un problema de buena gestión de nuestros bosques, "es una opción con tecnologías de gasificación, el impulso de estos proyectos del gas sintético".
Un horizonte de liderazgo
En ese sentido, coincide Silvia Sanjoaquín, responsable de Nuevos Negocios de Naturgy, pero destaca el problema de los trámites administrativos. "Tenemos que ser ágiles en las tramitaciones de estos proyectos, o solucionar otros problemas técnicos como centralizar toda la generación de los biogases que se producen en zonas rurales".
"Hay que aprovechar la circularidad global de todos estos proyectos", añade.
[Enagás lanza la plataforma del nuevo sistema de garantías de origen para gases renovables]
"Las infraestructuras de red que tenemos es inmejorable", continúa por su parte Alberto González, director de Servicios Jurídicos y Regulación de Nedgia. "Las redes pueden aportar a todo el mundo del biogás, pero no hay que olvidar que las redes permitirán universalizar el uso del gas renovable gracias a las garantías de origen".
"El concepto de 'permiting' debería desarrollarse, esa ventanilla única en la Administración para que ayuden a esos proyectos a salir adelante, que se puedan aplicar las mismas reglas, y que los gases renovables tengan prioridad de inyección en el futuro", añade González.
"Esa homogeneización sería muy importante, porque hay una amenaza de que no lo hagamos ahora y perdamos el tren, y en el caso del biometano no es un reto tecnológico ni de mercado", apuntilla la responsable de Nuevos Negocios de Naturgy.
La garantía de origen es un documento electrónico cuya única función es acreditar ante un consumidor final que una cuota o cantidad determinada de energía se ha producido a partir de fuentes renovables.
"Todavía queda mucho para desarrollar este concepto aunque ya está aprobado por el Gobierno", señala el responsable de Sedigas.
Potencial del biogás en España
Según el último informe de Sedigas, el potencial técnico español para producir biometano alcanza los 163 TWh. Es una cifra que representa el 45% de la demanda de gas natural. "Y podemos llevar ese biometano de una zona rural hasta el punto de consumo, que puede ser una planta industrial o un hogar sin apenas modificar la infraestructura ya existente", añade Joan Batalla.
Pero además, "hay una parte bonita en toda esta industria que a veces se olvida destacar, que son proyectos circulares, en el mundo rural, generando empleo a medio y largo plazo". En el estudio, se calculaba la creación de 62.000 puestos de trabajo y en la España Vaciada.
"Fijamos población en el territorio, gestionamos el problema tan grande que tenemos con los residuos, eficiente en costes, y en un momento en que se ha puesto en valor la seguridad de suministro, ponemos en valor el 'kilómetro cero'", añade Joan Batalla.
"Y no solo hay que hablar de biometano, sino del hidrógeno en un país que cada vez tiene más recurso renovable, que incluso en los últimos días se está generando más de lo que se demanda y se está desechando, cuando podría almacenarse o utilizarse para generar hidrógeno", concluye por su parte Ballesteros.