Endesa ha firmado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) un crédito por importe de 250 millones de euros para financiar las inversiones que e-distribución, la filial de Redes de la eléctrica, realizará en el periodo 2022-2024 para la mejora, modernización y ampliación de las redes de distribución eléctrica, informó la compañía.
En concreto, se trata del primer crédito sostenible concedido por la entidad para la financiación de las redes de distribución en España que vinculará las condiciones financieras a un objetivo de reducción de emisiones directas (GEI de alcance 1) por parte de la energética.
Endesa destacó que la operación refuerza la apuesta compartida de ambas entidades por las finanzas sostenibles y supone "un nuevo hito" para el grupo en su empeño por modernizar las infraestructuras eléctricas. Es el objetivo último para incrementar la seguridad y calidad de suministro y facilitar así la transición energética y la electrificación de la economía.
[BEI concede un préstamo de 250 millones a Endesa para sus proyectos renovables]
El director general financiero de Endesa, Luca Passa, destacó que con esta operación la energética refuerza su apuesta por las finanzas sostenibles en colaboración con el BEI. Por su parte, el vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho Félix, señaló el "firme compromiso" de la entidad financiera con la acción climática.
"Para el Banco del Clima de la UE es prioritario garantizar la financiación que asegure un suministro de energía resiliente y sostenible. Por ello, nos complace apoyar este proyecto de modernización de redes eléctricas, que redunda en creación de empleo y apoyo a la cohesión social, al mismo tiempo que favorece una mayor integración de las energías renovables", añadió al respecto.
1.100 millones de financiación
Este crédito se suma a las líneas de financiación por importe de 1.100 millones de euros formalizadas por el grupo dirigido por José Bogas con el BEI para el impulso de las redes inteligentes desde el año 2014.
El proyecto se implementará en ocho comunidades autónomas españolas: Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Extremadura y Galicia.
La mayoría de estas regiones son consideradas de cohesión por la UE, por lo que la operación contribuye a los objetivos de cohesión y desarrollo regional del BEI, que prioriza el impulso de proyectos en las regiones con un producto interior bruto (PIB) per cápita inferior a la media de la UE.
Además, presenta una significativa generación de empleo, con unas estimaciones que prevén unas 8.000 personas empleadas al año a lo largo de su implementación.
Asimismo, la cuantía de las inversiones financiadas por este préstamo contribuye a la mitigación del cambio climático, al mismo tiempo que acelera la transición hacia las energías limpias.