Parece que cobran vida los peores pronósticos. A la crisis energética por la guerra rusa en Ucrania solo le faltaba una pieza más para hacerlo todo más difícil: un invierno más frío, más seco y menos ventoso de lo normal. Es lo que ha advertido el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF).
Un escenario como el que prevén tendría consecuencias desastrosas para la economía alemana. Pese a que el país ya ha llenado hasta el 90% sus almacenes de gas, los institutos IFO de Múnich, DIW de Berlín, IfW de Kiel, IWH de Halle y RWI de Essen ya advirtieron en septiembre de que si el invierno fuera frío, la economía del país se iba a hundir un 7,9%.
Florence Rabier, directora general del ECMWF, ha dicho que los primeros indicios para noviembre y diciembre eran de alta presión sobre Europa Occidental, que probablemente traería consigo períodos más fríos y menos viento y lluvias, reduciendo la generación de energía renovable. La predicción se basa en datos del ECMWF y de otros sistemas de predicción del clima, incluidos los del Reino Unido y Estados Unidos.
Situación en España
En España, septiembre ha sido más cálido de lo normal en casi todo el país, continuando con la tendencia de un verano con altas temperaturas, según Meteored. De hecho, de enero a septiembre se ha vivido el periodo más cálido de la serie histórica y el tercero más seco, según el Ministerio para la Transición Ecológica.
Y el otoño, en línea con el resto de Europa, podría ser mucho más seco de lo normal en la vertiente atlántica, aunque más lluvioso en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y Región de Murcia.
[La UE llena sus depósitos de gas hasta el 90% antes de la llegada del invierno]
Las sucesivas olas de calor en España empujaron a las compañías eléctricas a quemar más gas a pesar de su alto precio. La producción hidroeléctrica no era suficiente por la falta de agua y cayó un 52% en comparación anual. La sequía que sufre nuestro país seguirá agravándose de cumplirse los pronósticos y las centrales hidráulicas seguirán en mínimos.
Otro tanto pasa con la eólica. La principal fuente de generación en España, la eólica (tanto en 2020 como en 2021 representaron el 22,5% y 24% del mix respectivamente), tampoco fue la estrella del verano. Y si llega un frío seco y poco ventoso, habrá menos viento y, por tanto, menos generación renovable.
Consumir más gas
"Si tenemos este patrón, la energía es bastante exigente porque no solo hace un poco más de frío, sino que también hay menos viento para la energía eólica y menos precipitaciones para la energía hidroeléctrica", declaró Rabier al Financial Times.
Los analistas de Rystad Energy dicen que Europa podría enfrentarse a una grave escasez de electricidad. Este invierno, si finalmente es muy frío, con poca generación de viento y se recorte el 15% del uso de gas, “resultaría muy desafiante para el sistema eléctrico europeo y podría conducir a racionamientos de energía y apagones”.
[La generación hidroeléctrica, en cuestión: los embalses en mínimos históricos al empezar el verano]
La Unión Europea (UE) se comprometió a abandonar el gas ruso para 2027, diversificándose hacia más energía renovable y buscando acuerdos de gas con otros países. Las exportaciones de gas de Rusia a la UE ya se han reducido unas dos quintas partes del suministro total desde que comenzó la invasión de Ucrania el pasado febrero.
La responsable del Centro Europeo de Metereología también dice que los huracanes recientes en el Atlántico podrían causar un clima más templado, húmedo y ventoso a corto plazo.
La Niña
Pero si se llega a un clima más fresco al comienzo del próximo año sería coincidente con las condiciones atmosféricas conocidas como La Niña, un patrón climático derivado del enfriamiento de la superficie del océano Pacífico, que provoca cambios en los patrones de viento y lluvia en diferentes regiones.
El calentamiento global está cambiando la naturaleza de los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes, haciéndolos más frecuentes e intensos debido al aumento de las temperaturas globales de al menos 1,1°C como resultado de la actividad humana desde la época preindustrial.
Pero siempre hay un espacio para la esperanza. La experta también dice que el clima en Europa suele ser difícil de predecir, ya que las condiciones están dictadas por varios factores remotos, incluidos los vientos en la estratosfera tropical y la presión superficial en el Atlántico.
Aún así, Claude Turmes, ministro de Energía y Ordenación del Territorio de Luxemburgo, ya señaló que los ministros de la UE estaban pidiendo a ENTSO-E, la red europea de operadores de redes eléctricas, que presentara su actualización sobre los riesgos para la seguridad del suministro de electricidad en invierno en octubre. Es un mes antes que de costumbre.