Bruselas

La vicepresidenta tercera del Gobierno y responsable de Transición Energética, Teresa Ribera, se ha declarado este viernes "decepcionada" por la tardaza de Bruselas en presentar propuestas para intervenir el precio del gas. Ribera considera que la Comisión de Ursula von der Leyen "se queda corta" en las ideas que ha planteado hasta ahora, que incluyen un tope al precio del gas ruso pero no para el resto del gas importado, como reclama España.

Los ministros de Energía de los Veintisiete tienen previsto aprobar durante la reunión de emergencia que celebran este viernes un nuevo paquete de medidas para rebajar la luz. El reglamento incluye un recorte obligatorio del 5% en el consumo eléctrico en horas punta, así como nuevas tasas sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas, cuya recaudación debe utilizarse para ayudar a familias y empresas.

Sin embargo, los Gobiernos de la UE coinciden ya en que estas medidas son insuficientes para poner freno al aumento imparable del precio de la energía, ya que apenas tienen impacto directo sobre la factura final que pagan los consumidores. Por eso exigen al Ejecutivo comunitario nuevas iniciativas para intervenir el mercado del gas, ya que consideran que es el principal factor causante de la crisis energética. 

[Así es el plan de la presidenta para rebajar la luz: tasa del 33% a las petroleras y recorte de luz del 5% en horas punta]

España y otros 14 Estados miembros han reclamado imponer un precio máximo a todo el gas importado y no únicamente al ruso. Pero el Ejecutivo comunitario se niega con el argumento de que eso pondría en riesgo la seguridad de suministro, ya que los países productores pueden desviar el gas natural licuado a Asia. Ante la fuerte división interna en la UE, Bruselas ha optado por retrasar sus propuestas formales.

"No es razonable que miremos hacia otro lado cuando hay muchos intermediarios y muchas operaciones que están cerrando a unos precios que no tienen nada que ver ni con los costes de producción ni con los precios que se pagan al proveedor. Así que desgraciadamente pensamos que los términos en los que la Comisión está haciendo las propuestas se quedan cortas con respecto a lo que hace falta", ha dicho Ribera a su llegada a la reunión.

Más que en topar el precio del gas importado, la vicepresidenta tercera ha puesto el énfasis en la sustitución del índice de referencia TTF holandés, que a su juicio ya no refleja la realidad del mercado. "El TTF no puede ser el que marque el precio de los contratos de importación o dentro del espacio europeo", ha apuntado.

"Lo que no puede ser es una distorsión tan grande entre los precios que se están pagando en Europa hoy y los que se pagan en el resto del mundo. Porque posicionan a la industria europea en muy mal lugar, le pone en grandes dificultades, y posiciona a los consumidores y hogares europeos en una situación de cada vez mayor pérdida de poder adquisitivo", denuncia Ribera.

La vicepresidenta tercera ha celebrado que la UE dé cobertura tanto a la minoración de los beneficios de las tecnologías de bajo coste (como las renovables o la nuclear) que aplica España desde hace un año, como al nuevo impuesto a las energéticas. Ribera invita al Partido Popular que presente enmiendas durante su tramitación parlamentaria si quiere cambiar el diseño.

"Nuestro mensaje al Partido Popular y a otros que rechazaron debatir sobre este tema (ahora que está claro que todo el mundo va a debatir sobre este tema y ha sido acogido por todos los Estados miembros con absoluto respaldo unánime) es: si usted piensa que es mejorable y que hay una manera de ser mucho más certeros en resolver este asunto, haga sus propuestas, presente sus enmiendas", sostiene Ribera.

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