El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha advertido de que renunciar por completo a la importación de gas ruso no sería una decisión "responsable" por parte de su Gobierno, a pesar del aparente consenso europeo para reducir lo máximo posible el nivel de dependencia de Moscú.
La gasista estatal rusa Gazprom ha cortado durante tres días en el flujo del gasoducto 'Nord Stream 1', clave para el suministro a Alemania, y en Berlín no ocultan que puede haber mayores problemas de cara a los próximos meses, aunque llaman a la calma.
"Aunque las cosas se pongan realmente duras, probablemente superaremos el invierno", ha dicho Scholz durante un encuentro con ciudadanos en la localidad de Essen, en el oeste de Alemania. En este sentido, ha subrayado que el país está preparado frente a cualquier coyuntura.
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El canciller ha aprovechado para defender la búsqueda de otras alternativas a Rusia, una vía en la que Scholz es partidario de ampliar la colaboración con otros países europeos como España, junto a quien defiende completar el proyecto Midcat.