La escalada sin precedentes de los precios eléctricos, como consecuencia de la subida del precio internacional del gas y del mercado del CO2, afecta a toda Europa pero no con la misma intensidad. El mercado ibérico (España y Portugal) ha estado marcando precios más altos en las últimas semanas respecto a otros mercados europeos, especialmente de Centroeuropa y los países nórdicos.
Y para la industria electrointensiva española este desajuste marca la diferencia. Según AEGE, la patronal que reúne a las empresas del sector, el diferencial del coste energético ha aumentado respecto a sus competidores de Francia y Alemania. Y eso tiene una consecuencia directa: le resta competitividad.
"Nos preocupa lo que está pasando en el mercado mayorista de electricidad en estos meses. Nuestras industrias son muy sensibles a sus precios, pero por el momento no estamos afectadas porque hemos comprado la energía a largo plazo", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Fernando Soto, director general de AEGE (Asociación de Empresas con gran consumo de energía).
La electricidad, más cara en España
"Sin embargo, el diferencial de precios energéticos con respecto a nuestros competidores ha aumentado a medida que aumentaba el precio de la luz. Lo achaco a que somos una isla energética, no tenemos muchas interconexiones y cuando hay mercados acoplados, la generación barata de un mercado suaviza a la más cara".
Algo que en España no ocurre. En el informe de 2019 de Monitor Deloitte para AEGE, se evidenció que los precios eléctricos finales en España (promedio de 2017 y 2018) para la industria electrointensiva (45 euros/MWh) fueron de 20 a 25 €/MWh más caros que los de sus competidores de Francia y Alemania, debiéndose en un 50% a la diferencia de precio en los mercados eléctricos y un 50% a los costes regulados y las compensaciones existentes en cada país.
"Pues ahora, si pagamos 109 euros/MWh, Francia 45 euros/MWh y Alemania 74 euros/MWh, mucha más diferencia". En el primer caso más del doble y, en el segundo, un 25% más. "Y todo ello pese a tener un Estatuto del Consumidor Electrointensivo que supuestamente iba a reducir esas diferencias", añade Soto.
Al final, eso supone que las electrointensivas en nuestro país "asumen más de 1.500 millones de euros de sobrecoste respecto a nuestras competidoras. Una cantidad que además no la podemos destinar a mejorar las plantas o a adaptarlas a la transición energética de los procesos industriales".
Alemania, un modelo a seguir
AEGE tiene claro que la solución está en fijarse en el modelo alemán. "Ojalá se aplicaran las mismas medidas, como la exención del peaje del transporte o al menos la reducción en un 80%, que supondría una reducción en la factura de 5 euros/MWh".
O también, "aumentar al máximo las compensaciones indirectas al CO2". A diferencia de Francia, que destina 13 euros/MWh, o Alemania, con 11,5 euros/MW, "en España solo recibimos entre 6 y 8 euros/MWh".
"Ansío el apoyo que recibe la industria alemana de su Gobierno. Un sector que da empleo estable, de calidad, que genera riqueza en la zona donde desarrolla su actividad, y que es resiliente a las crisis económicas", concluye Soto.
Consumidor hiperintensivo
Precisamente de esta situación se hablará en el día de hoy, miércoles, en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso. Se debatirá y votará una Proposición no de Ley de apoyo al consumidor industrial hiperintensivo en energía y a la cogeneración de alta eficiencia, como propuesta del Partido Popular.
También se incluye un apartado para la cogeneración de alta eficiencia, las industrias gasistas y gasintensivas.
Entre las medidas que propone el PP se incluye la ampliación a 1.800 millones de euros de la dotación prevista para el Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI) para los ejercicios 2022, 2023 y 2024.
Y también eliminar la obligación de contratar energías renovables para acceder al Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI), una medida necesaria e incluida en el ya aprobado Estatuto del sector.