El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha rechazado las "cargas inesperadas" que quiere aplicar el Gobierno sobre instalaciones nucleares, hidráulicas y eólicas previas a 2005. Según ha dicho, se basan en el argumento "falso" de que reciben beneficios caídos del cielo y de ya están amortizadas. "No es cierto", ha subrayado Galán, quien ha reclamado "seguridad jurídica y certidumbre" para invertir.
Galán criticaba así durante su intervención en el II Foro Económico Internacional de 'Expansión' el anteproyecto de ley para corregir el dividendo que reciben las centrales no emisoras (hidráulica y nuclear y parte de la eólica) como consecuencia de los costes del CO2 en el mercado de derechos de emisión.
El presidente de Iberdrola donde ha dejado claro que estas instalaciones en muchos casos están en pérdidas y lejos de estar amortizadas. "Decir lo contrario es faltar a la verdad. Ahí están las cuentas en el Registro Mercantil", ha indicado.
"En situaciones coyunturales no se pueden tomar decisiones estructurales", ha manifestado el directivo". No obstante, ha mostrado su confianza en el compromiso manifestado por la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
"La valoro y he apoyado en muchas ocasiones", dijo- de que a lo largo de la tramitación parlamentaria y a través del dialogo se llegue a una solución alineada con el marco jurídico, que dé certidumbre a las inversiones para alcanzar los objetivos marcados.
"En Iberdrola estamos abiertos a este diálogo para alcanzar un marco equilibrado, estable e incentivador, para atraer estas inversiones teniendo siempre en cuenta los factores sociales, y que no encarezca de manera desorbitada los costes de las empresas", ha afirmado.
"Necesitamos una planificación clara, evitando sorpresas y contradicciones, y actuar con diálogo y consenso, creando mecanismos para incentivar a los que cumplen", ha agregado Galán.
La vicepresidenta cuarta señaló en este mismo foro que es "fundamental trabajar para lograr acuerdos entre todos que permitan hacer llevadero el cambio" planteado por el Gobierno.
La voz "discordante"
Por otro lado, durante su intervención, Galán se felicitó del consenso que concita la transición verde entre ciudadanos, mercados financieros, líderes políticos y empresariales. "Yo, que he sido la voz discordante, predicando muchos años en el desierto, para mi percibir este cambio es una satisfacción", ha afirmado.
El directivo ha recordado que ha apoyado y ayudado para generar un mercado europeo de CO2 que puede fluctuar con arreglo a los objetivos climáticos. "No hay que rasgarse las vestiduras si el precio del CO2 sube o baja. Es un mecanismo de migración. Hay que buscar equilibrio en este sentido", ha indicado.
No obstante, ha dejado claro que los ingresos de este mercado de CO2 van a las arcas de los Estados, y que España va a ingresar este año 2.500 millones por esos precios.
En el plano empresarial, ha recordado que Iberdrola ha invertido más de 120.000 millones estos 20 años en energías renovables.
"Hemos tenido que ir superando riesgos tecnológicos y operativos. Para hacerlo, tuvimos que tomar decisiones costosas, cerrar centrales de carbón y fuelóleo, sin ayudas, asumiendo costes elevados y reskilling de personal. Es justo reclamar que quienes asumimos esos riesgos no tengamos que pagar costes adicionales", ha enfatizado.
Actualmente, Iberdrola tiene el 70% de su negocio fuera de España, es una de las tres mayores eléctricas del mundo, solo genera 28 gramos de CO2 por kWh y da empleo a 400.000 personas, entre puestos directos y proveedores.
Inversiones en 2021
Ha enfatizado que en 20 años Iberdrola ha puesto en práctica su dividendo social, con el fin de generar valor sostenible para empleados, accionistas y sociedad. Además, la pandemia, en lugar de hacerle replegar posiciones, le ha llevado a acelerar inversiones (10.000 millones en 2020 y 17.000 millones este año), a adelantar pedidos por 18.000 millones a proveedores, "quitando tentaciones a estas firmas de acogerse a los ERTE", y a contratar 6.000 profesionales más, además de extender su presencia en Suecia, Polonia, EEUU, Brasil, etc.
Estas inversiones se enmarcan en el plan inversor a 2030 de la compañía, con un monto total de 150.000 millones. Esto supone, según Galán, "el mayor plan de una empresa en España para hacer generación renovable y almacenamiento para alcanzar en 2030 la neutralidad climática", y que contribuirá a añadir 30.000 empleos adicionales a los 85.000 que trabajan ahora directamente para el grupo.
Además, ha recordado que el grupo ha presentado junto a otras empresas 150 proyectos al plan de resiliencia que podrían movilizar 30.000 millones y generar 60.000 empleos. "Confío en que no dejemos pasar esta oportunidad histórica. Podemos transformar nuestro país", ha subrayado.
Marco regulatorio
Galán ha remarcado que la mayor parte de los países perciben que la transición energética es una gran oportunidad, que también conllevará una gran competencia por la inversión, dado que muchos grandes países como por ejemplo Francia, Reino Unido o EEUU quieren atraer inversión.
"Los ganadores serán los países con marcos regulatorios estables y predecibles, bajo el principio de que 'quien contamina paga'", ha enfatizado.
Por ello, ha abogado por potenciar el mercado interior de la energía y hacerlo de forma independiente de situaciones coyunturales.
"Solo generando estabilidad y confianza es posible movilizar el capital privado en sectores intensivos como el sector eléctrico. Nuestras decisiones son para más de 50 años", ha recordado.
"Las inversiones en redes, renovables, almacenamiento, hidrógeno, van a ser un motor de competitividad en nuestro país. Tenemos en España todo para convertirnos en un gran motor de transformación: sol, agua y viento y empresas punteras en toda la cadena de valor. Por eso la seguridad jurídica será esencial para poder actuar de forma competitiva", ha insistido Galán.