Alemania recomienda a Europa reducir al mínimo el impuesto eléctrico y doblar el precio del CO2
Una Comisión de Expertos del Gobierno alemán propone una reforma integral de los precios de la energía y exigir que se use más el hidrógeno.
7 julio, 2020 01:42Noticias relacionadas
Hay dos medidas estrella que podrían permitir que la Unión Europea cumpliera con su ambicioso plan de recuperación verde post-Covid y con los objetivos climáticos de su Green Deal: la 'casi' eliminación del impuesto a la electricidad y encarecer el mercado de derechos de emisiones de CO2.
El precio del CO2 ha variado mucho en el último año, pero ha bailado entorno a los 25 euros/Tn y se ve necesario que suba hasta los 50 euros/Tn.
Son las recomendaciones que han emitido una Comisión de Expertos convocada por el Gobierno alemán en su informe "Energía del Futuro". Proponen importantes cambios en materia de precios de CO2, reformar los impuestos a la energía para la expansión de las tecnologías renovables, fomentar cadenas de valor neutras para el clima, la transformación industrial hacia tecnologías y productos neutros en emisiones, así como, diseñar un plan que acelere el papel futuro del hidrógeno.
El CO2, a 50 euros
Con el inicio de la presidencia alemana en el Consejo Europeo ya se ven cambios en los mercados energéticos del Viejo Continente, según ha explicado Andreas Löschel, catedrático de la Universidad de Münster (Alemania) y Research Associate de la Cátedra de Sostenibilidad Energética, en el webinar organizador por FUNSEAM, 'El pacto verde europeo, clave contra el Covid-19. Recomendaciones de la comisión de expertos del gobierno alemán Energía del Futuro'.
"Un componente esencial de las recomendaciones es una reforma del precio de la energía basada en el CO2", ha explicado. "En particular, se podría hacer una reducción integral de los gravámenes y cargos incluidos en el precio de la electricidad y, a medio plazo, refinanciar los ingresos derivados del precio del CO2", ha incidido.
Según este informe, un CO2 más caro y unos precios de la energía sin distorsiones, crearán incentivos uniformes para cumplir con los acuerdos climáticos en toda Europa. "Las señales de precios de CO2 podrían ser significativas para decidir eliminar el carbón más rápido", ha dicho Löschel.
Un impuesto eléctrico casi inexistente
También recomiendan que el impuesto a la electricidad se reduzca a la tasa mínima permitida en la UE. Con un precio de CO2 de alrededor de 50 euros por tonelada, el sistema eléctrico podría refinanciarse a medio plazo en gran medida. Si no se cubren los costes del sistema podrían pagarse con cargo a los presupuestos nacionales de cada país.
Tal reestructuración de los costes de la energía aliviaría a los hogares y a las empresas e impulsaría la reestructuración de la industria.
A esas recomendaciones, los expertos del grupo Aurora Energy Research, en el que está integrado Löschel, recomiendan medidas adicionales para atraer inversiones.
"Hay que vincular la transición energética y la movilidad con temas como el acoplamiento de sectores, la digitalización y la seguridad cibernética. El objetivo principal del catálogo de medidas es movilizar capital privado".
Reformar los precios de la energía
Para el Comité de Expertos alemanes es importante tener en cuenta los efectos de las redes distribución, y utilizar los ingresos de manera más específica y transparente. Por eso, proponen reformas de manera convincente.
Junto a estos cambios, proponen la incorporación de otros impuestos que permitan una transición más justa de Europa respecto a terceros países como la aprobación de una Directiva de impuestos energéticos, donde se incluya un Comercio europeo de emisiones con ajustes en la frontera para los productos extracomunitarios que también tengan que asumir su coste de CO2.
Cuotas de hidrógeno para comercializadoras de gas natural
La propuesta de la Comisión comprende un total de 28 medidas en nueve áreas temáticas. La atención se centra en las áreas de transporte y movilidad, el establecimiento de una industria del hidrógeno, el sector de la construcción o la descarbonización de la industria.
Para que se produzca el cambio a la movilidad eléctrica, no es suficiente establecer una infraestructura de carga, como dice el documento clave del gobierno federal, advierte el estudio.
Más bien, existe la necesidad de crear incentivos para una infraestructura de red inteligente que permita que los procesos de carga se integren en un sistema de electricidad renovable de una manera que sea propicia para la red.
Los autores también recomiendan soluciones inteligentes para el sector de la construcción, por ejemplo, para evitar picos de consumo eléctrico debido al mayor uso de bombas de calor.
Para el cambio a la economía del hidrógeno, los expertos proponen una solución de cuota con un requisito obligatorio para las comercializadoras de gas natural. Los acuerdos de compra y las asociaciones comerciales también podrían ayudar a construir una industria del hidrógeno.
Además de los aspectos de sostenibilidad, los autores del estudio prestan especial atención a las posibilidades de digitalización, así como a la expansión de banda ancha y la seguridad cibernética. Y es que la crisis del coronavirus se ha mostrado más dura de lo esperado.