Guerra del vino en Europa: las bodegas luchan contra la “tabacalización” de las botellas propuesta por Irlanda
Algunas de las advertencias en las etiquetas ligan el consumo de alcohol a enfermedades hepáticas y cánceres.
22 mayo, 2023 03:13El sector vinícola en Europa vive con ciertos temores el reglamento que Irlanda pretende aplicar a partir del 22 de mayo de 2026 y que establece nuevas normas para el etiquetado de las bebidas alcohólicas que obliga a los fabricantes a incluir advertencias sanitarias en las etiquetas de las botellas. Advertencias muy parecidas a las que llevan las cajetillas de tabaco y que amenazan con asestar un duro golpe al comercio del vino.
Es lo que el secretario general del Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV), Ignacio Sánchez Recarte, califica como “tabacalización” del vino. Ya que algunas de estas advertencias ligan el consumo de alcohol a enfermedades hepáticas y cánceres. “No habla del consumo responsable ni tienen en cuenta los riesgos absolutos ni relativos”, denuncia en declaraciones a este medio.
Estas etiquetas también obligan a comunicar el porcentaje de alcohol sobre la base de gramos de la botella (y no sobre un litro) al igual que ocurre lo mismo con el número de calorías. Algo que es “incompatible con la nueva legislación de etiquetado del vino y los productos vitivinícolas aromatizados”, señala. También tendrá un pictograma reflejando que las embarazadas no deben consumir este producto y la dirección de una web para resolver dudas.
Ante esto, el CEEV y la Federación Española del Vino (FEV) han presentado esta semana sendas quejas formales a la Comisión Europea para solicitar que abra un procedimiento de infracción contra Irlanda por ir en contra de la legislación de la UE y el mercado único con su norma de etiquetado de bebidas alcohólicas.
¿Qué recorrido tiene esta queja? La queja ya está en manos de la CE y ahora se abre un periodo de 12 meses en los que decide si considera relevante o no. Si es relevante, se abrirá un procedimiento de infracción y el país se vería obligado a modificar la normativa.
Pero mientras tanto, Irlanda puede aplicar este reglamento. Y eso mismo ha hecho este 22 de mayo al aprobar la ley. El país da tres años a las empresas para que se preparen para aplicar las etiquetas. Por tanto, será a partir del 22 de mayo de 2026 cuendo entre en vigor definitivamente.
Desde España, la FEV ha pedido al Gobierno aprovechar el semestre de la presidencia española para mantener y redoblar la presión de manera coordinada con los socios europeos y que la Comisión rectifique y pida finalmente a Irlanda que modifique su proyecto de reglamento para adaptarlo a la legislación comunitaria.
Consecuencias
En caso de que Irlanda “tabacalice” el vino, las consecuencias según el sector pueden ser muy graves. “Esta normativa fragmentará el mercado único de la UE, afectando a su correcto funcionamiento y dificultando de facto el acceso de productos de otros Estados miembro a Irlanda y generando así una clara discriminación de los productos importados”, indica. Es decir, es una barrera al comercio.
Además, Sánchez Recarte recuerda que la mayoría de empresas del sector son de un tamaño muy pequeño, por lo que tener que etiquetar de manera diferente para otro mercado supondría un coste mayor que, en la mayoría de los casos, significaría la renuncia a exportar a Irlanda.
“Sobrevivimos porque somos un mercado de 300-400 millones de consumidores y esta normativa sería la destrucción del sector como lo conocemos”, alerta Sánchez Recarte.
¿Por qué? Porque cree que este reglamento “abre la puerta a que se repliegue la idea en otros países y se desregularice el sector”. Y eso les llevaría a convertir el vino en el “tabaco líquido” de Europa.
Origen
En febrero de este año, Irlanda notificó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) su Proyecto de Reglamento. Sin embargo, fue entre 2017 y 2018 cuando se adoptó esta normativa, pero no se llegó a notificar ni, por tanto, a aplicar. Se mantuvo en un cajón guardado hasta ahora cuya aplicación podría adoptarse si Irlanda quiere a pesar del fuerte rechazo.
La incompatibilidad de las norma irlandesa con la legislación de la UE ha sido señalada hasta la fecha por 13 Estados miembros de la UE durante el procedimiento de notificación comunitaria, a los que se han sumado otros ocho países no pertenecientes a la UE durante el proceso equivalente ante la OMC.
De hecho, desde el sector vinícola no entienden como la CE ha permitido a Irlanda llegar hasta aquí. “Las disposiciones incluidas en la regulación de etiquetado irlandesa son incompatibles con la legislación actual de la UE y constituyen una barrera al comercio injustificada y desproporcionada”.
No obstante, tras las quejas será la CE quien determine si echar para atrás el proceso o no. Mientras tanto Irlanda podrá aplicar sus etiquetas sanitarias a modo de experimento o esperar al menos un año. Independientemente de lo que haga, será un año en el que todo el sector del vino estará en vilo.