A escasos días de que el Gobierno anuncie su paquete de medidas para aliviar los precios de los alimentos, las empresas de gran consumo exigen al Ejecutivo que no incrementen “aún más la presión sobre un sector que atraviesa un momento de máxima complejidad”. Por ello, siguen defendiendo medidas como la rebaja del IVA de los alimentos.

En un comunicado, la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc ha recordado que el gran consumo lleva meses trabajando en la adopción de medidas de eficiencia y en la reducción de márgenes para tratar de no repercutir totalmente la gran inflación de costes que está soportando. 

Por ello, el presidente de Aecoc, Ignacio González, asegura que “no es razonable que se siembren dudas sobre los esfuerzos o intereses de un sector que ha demostrado su responsabilidad y compromiso durante décadas y que ha dado lo mejor de sí para ofrecer el mejor servicio al conjunto de la sociedad durante la pandemia”. 

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Así, el sector insiste en que lo más efectivo en el actual escenario sería trabajar en una doble dirección: con iniciativas que contribuyan a reducir la elevada inflación de costes que soportan las empresas y con ayudas a las familias o ciudadanos de menor renta. 

En el primero de los ejes, vuelve a solicitar que no entre en vigor el 1 de enero el impuesto al plástico. El sector cifra en 690 millones de euros el impacto directo que tendrá. A ello hay que sumar los efectos de la responsabilidad ampliada del productor, que puede suponer otra carga de unos 1.150 millones de euros.

También piden la ampliación de la capacidad de carga de los camiones para ganar competitividad o la reducción del IVA de algunos productos básicos de alimentación, como los frescos, para ayudar al consumidor a contener el precio de su cesta de la compra.

Esta última medida es una de las que baraja el Gobierno, tal y como adelantó este medio. También está en la mesa dar un cheque de hasta 500 euros para la compra de alimentos, llegar a grandes acuerdos con las distribuidoras, rebajar los costes de la factura de la energía o un impuesto del 33% a los beneficios de las empresas. 

Sector competitivo

El sector recuerda además que España cuenta con el mercado del gran consumo más competitivo de Europa, ya que la cuota de mercado de los cinco primeros distribuidores de alimentación nacionales es del 50%, mientras que en países de nuestro entorno la concentración de los operadores líderes se sitúa entre el 70% y el 80%. 

En segundo lugar, el sector considera “adecuado estudiar la implementación de ayudas a los hogares más desfavorecidos” que puedan aliviar el impacto de la inflación sobre la población sin afectar a la competitividad y viabilidad de las empresas. 

El gran consumo desea remarcar que “no es causante de la inflación, sino una víctima del mayor incremento de costes de producción en 35 años”. La cadena cree que ya ha demostrado su compromiso con la sociedad asumiendo la subida de los precios de producción.