El miedo al coronavirus llega al ‘súper’: ¿nos quedaremos sin leche o arroz?
Las ventas de productos perecederos crecen en España, mientras en Reino Unido algunos negocios restringen la compra de determinados artículos.
10 marzo, 2020 02:03Noticias relacionadas
Tiendas regentadas por chinos cerradas, lineales de supermercados vacíos y escasez de algunos productos. Esta es la imagen que se repite en medio mundo. El temor al coronavirus está empujando a los consumidores a hacer acopio de alimentos como si se estuvieran preparando para una guerra; algo que en España ya se empieza a notar en muchos establecimientos, especialmente en Madrid tras las medidas impuestas por la comunidad. Pero, ¿hasta qué punto hay peligro de desabastecimiento en el 'súper' y cuándo debemos preocuparnos?
Para resolver estas dudas, primero hay que ver cuál es la situación actual. Los datos más actualizados muestran que las ventas en gran consumo aumentaron un 8,3% durante la última semana de febrero, impulsadas por la alimentación no perecedera (arroz, pasta o legumbres).
Así, los productos que más incrementaron sus ventas fueron los de alimentación envasada, incluyendo aceite (+5%), alimentos infantiles (+8%), arroz (+44,9%), legumbres (+47,1%), pastas (30,9%), sopas (19,6%), conservas (18%), platos preparados (+25,9%) y leche no líquida (+11,9%), según Nielsen.
Es decir, en España existe el temor al desabastecimiento y, por eso, los ciudadanos están elevando las compras de productos perecederos. De momento los expertos piden calma ya que estos datos son equiparables a los incrementos que se producen en semanas con olas de calor o en las campañas solidarias de recogida de alimentos, según explica a este medio Ignacio Biedma, Retailers Services Consultant de Nielsen.
Pero junto a los productos perecederos los consumidores también llenaron la cesta de la compra con otros. Así, se incrementaron las ventas de artículos de higiene personal. En concreto, jabón de tocador (+119,2%), pañuelos y tissues (16%), agua oxigenada (57,3%), alcohol (178,4%), antisépticos (178,3%), termómetros clínicos (222,1%) y toallitas corporales (+32,9%).
Riesgo de desabastecimiento
En este escenario, ¿existe riesgo real de desabastecimiento? Aunque es pronto para valorar si hay falta de stock en supermercados e hipermercados, “si estos crecimientos de compras se mantienen en el tiempo, sí podría afectar”, señalan desde Nielsen. No obstante, es complicado saber en qué fecha podrían sufrir problemas las grandes cadenas con Mercadona, Carrefour o Dia.
De momento, en Madrid ya se observa el cierre de varios establecimientos regentados por comerciantes de origen chino o lineales vacíos en algunos supermercados de Mercadona o Carrefour tras conocerse las medidas de la región. Situación que desde Dia se vive desde hace meses (aunque por motivos muy distintos al coronavirus) y que podría agravarse ahora.
No obstante, llaman a la calma desde las patronales de alimentación como Asedas, que asegura que en España existe una tienda de distribución moderna
por cada 2.000 habitantes; sumando a la distribución detallista tenemos una
tienda por cada 840 consumidores.
En Reino Unido, por ejemplo, los británicos están dejando los lineales de los supermercados desérticos. Cadenas como Tesco se han visto obligadas a restringir las ventas de artículos básicos y productos de higiene, como geles antibacterianos, toallitas y aerosoles, leche UHT y algunas verduras enlatadas, según la ‘BBC’.
Y en EEUU las grandes cadenas como Costco reconocen un aumento de sus ventas en los primeros meses motivadas por el coronavirus. Aquí en España, ninguna cadena de distribución está ofreciendo este tipo de datos; aunque sí hacen un llamamiento a la calma.
Otro efecto que este escenario de pánico podría provocar es una subida de los precios. ¿Existe esta posibilidad? “En un principio no se han producido incrementos”, explica el experto de Nielsen. Sin embargo, “podría tener afectación en caso de desabastecimiento”. Es decir, si cae la oferta de determinados productos y la demanda sigue creciendo, la lógica invita a pensar que los precios podrían dispararse.