Las grandes constructoras siguen su particular remontada intentado recuperar los beneficios previos a la pandemia. Y no está siendo una tarea fácil, ya que se están conjugando una serie de factores que están frenando su consecución. Si ya de por sí la subida de las materias primas estaba siendo un lastre antes del estallido de la guerra en Ucrania, el conflicto ha venido a agravar la situación.

Por ejemplo, y solo por poner el caso de España, el sobrecoste de las obras para las empresas constructoras era del 22,2%. La guerra lo ha disparado al 33,3%, según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). La subida de los materiales siderúrgicos ha sido del 50% en marzo, respecto al mismo mes de 2021; del 20% en el cobre; o del 44,3% en materiales bituminosos, por ejemplo.

Aun así, el grueso conformado por las seis grandes constructoras ha logrado superar en los seis primeros meses de 2022 los beneficios cosechados en el mismo periodo de 2021. Dichos beneficios han sido de 789 millones de euros. Un año antes, esa cantidad se quedó en 670 millones. Por tanto, 119 millones más.

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De esta manera, una ‘mala pesadilla’ pueden considerarse los escasos 80,5 millones de euros logrados de enero a junio de 2020, en lo más duro de la pandemia. Y el camino parece encaminarse a recuperar los 969,2 millones conseguidos en dicho periodo de 2019. 

ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHLA prosiguen su particular escalada centrada en el incremento de las contrataciones, la recuperación de los tráficos en las concesiones, la diversificación internacional, y las desinversiones.

Saltos en el beneficio

ACS, la compañía presidida por Florentino Pérez, es quien ocupa lo más alto del podio. Sus beneficios se han situado en 330 millones de euros, un 6% inferiores a los de los seis primeros meses de 2021.

Sin considerar en 2021 la contribución de la actividad de Servicios Industriales (fue vendida el pasado mes de diciembre por 215 millones de euros), así como el impacto negativo por variación de valor de instrumentos financieros ligados a la acción de ACS (94 millones de euros), el crecimiento del beneficio neto del grupo ACS hubiese alcanzado el 43,7%.

A continuación, FCC. La firma de la que Carlos Slim es el máximo accionista ha llegado a los 226,6 millones de euros. En su caso, se trata de un 2,5% inferior a 2021, cuando se situó en 232,5 millones. En su caso, lo achacan “al aumento de los resultados atribuibles a socios minoritarios”.

Y es Acciona, presidida por José Manuel Entrecanales, la que ha dado un ‘gran salto’ del 35,6%: ha pasado de 148 a 201 millones de euros. Ello se debió a un sólido crecimiento en sus principales actividades de negocios, sobre todo Energía e Infraestructuras (cerró el semestre con una cartera récord de 20.580 millones de euros). Sus principales mercados de operación también tuvieron un ejemplar comportamiento.

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El salto también fue de calidad en Ferrovial. La compañía de Rafael del Pino pasó de unas pérdidas de 184 millones, de enero a junio de 2021, a unos beneficios de 50 millones. Ahí fueron determinantes la recuperación de los tráficos en autopistas y aeropuertos, así como construcción.

Sacyr, por su parte, logró 42 millones de beneficios (un 4% más) mientras que OHLA fue la única que tuvo pérdidas (60,7 millones) frente a los 75,4 millones de beneficios de un año antes. En su caso, achacables a tres circunstancias: el ajuste de valor en Canalejas (-34,5 millones de euros), las diferencias de cambio (-13,2 millones de euros) y el efecto contable de la recuperación del valor razonable de los bonos amortizados anticipadamente.

Cartera y deuda

La partida que ha sido ‘bendecida’ con los ‘números verdes’ en las seis grandes constructoras ha sido la del Ebitda. Si en los seis primeros meses de 2021 alcanzó la cifra de 2.592,4 millones, en el mismo periodo de 2022 se ha situado en 3.359,9 millones de euros.

La que más ha crecido por porcentaje ha sido Acciona: un 65,6%. Ha pasado de 643 a 1.064 millones de euros. ACS ha situado ese guarismo en 816 millones de euros; FCC, en 603,2 millones; Sacyr, la firma presidida por Manuel Manrique, en 530 millones; Ferrovial, en 306 millones; y OHLA, bajo la batuta de los hermanos Amodio, en 40,7 millones.

Una de las autopistas de Ferrovial en Estados Unidos.

Por lo que respecta a la cartera, si en 2021 sumó más de 172.000 millones, en 2022 está por encima de los 204.600 millones de euros. La mayor es la de ACS: 69.397 millones. La de Sacyr se sitúa en 49.600 millones mientras que la de FCC alcanza los 38.001 millones. A destacar Acciona, que consigue su récord particular con 20.580 millones. Ferrovial alcanza los 19.964 millones y, OHLA, los 7.082 millones.

Por último, ACS tiene una posición neta de caja de 1.044 millones frente a la deuda de 2.976 millones de hace 12 meses. La posición de liquidez de Ferrovial se sitúa en 5.937 millones. El endeudamiento financiero neto de Acciona ascendía a 5.041 millones (-13%) mientras que la deuda neta con recurso de Sacyr está en 767 millones de euros.

FCC, por su parte, tiene una deuda financiera neta de 3.595 millones de euros, 369,3 millones de euros más respecto al cierre del ejercicio 2021. Por dos motivos: la compra de la compañía propietaria y operadora de las infraestructuras del ciclo integral del agua en la capital de Georgia; y la adquisición de una participación minoritaria realizada por el área de Inmobiliaria.

OHLA concluyó el semestre con una posición total de liquidez con recurso de 616,9 millones de euros. Una de sus prioridades de cara a 2022 es reducir de manera progresiva su apalancamiento.