Que los trenes procedentes de Barcelona lleguen a la estación de Chamartín-Clara Campoamor. Esto va a ser posible después de que el Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad haya autorizado licitar por importe de 111.742.839,24 euros (IVA incluido) el contrato para la construcción de la conexión entre las líneas de alta velocidad Madrid-Barcelona y Madrid-Levante.
La obra se llevará a cabo en el término municipal de Madrid y cuenta con un plazo de ejecución de 36 meses. El ‘medio’ que utilizará la línea procedente de Barcelona para llegar a Chamartín será el túnel Atocha-Chamartín, utilizando la LAV Madrid-Levante. Así mismo, podrán acceder a la futura estación pasante de Atocha.
En la actualidad, los trenes procedentes de Barcelona y Levante finalizan su recorrido en la estación de Madrid Puerta de Atocha. Gracias al nuevo túnel en ancho estándar entre Puerta de Atocha y la estación de Chamartín-Clara Campoamor, los trenes procedentes de Levante podrán continuar su recorrido hasta Chamartín o proseguir hacia el norte o noroeste peninsular.
Obra compleja
Con la actual configuración de vías, los servicios Madrid-Barcelona solo pueden conectar con las actuales vías de la estación de Puerta de Atocha. Con el objetivo de garantizar la completa funcionalidad de este corredor, Adif AV licita ahora las obras de conexión de la LAV Madrid-Barcelona con la LAV Madrid-Levante.
Se trata de una obra compleja. Por un lado, la conexión entre ambas líneas de alta velocidad solo es posible en el triángulo formado por las autopistas M-45 y M-5 y el barrio de Perales del Río (Getafe). Además, conlleva cierta complejidad técnica por la presencia de multitud de infraestructuras además de algunos espacios naturales.
El contrato contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como es el número 9. Entre sus metas incluye el desarrollo de infraestructuras fiables, sostenibles y de calidad.
Las futuras dos vías de conexión, la vía sentido Barcelona (VSB) y la vía sentido Madrid (VSM), tendrán su origen a la altura de la actual subestación eléctrica de Villaverde de Adif. A continuación, cruzarán la M-45 pasando bajo su viaducto.
Posteriormente, ambas vías girarán hacia el este. La VSB salvará los trazados de las líneas Madrid-Levante y Madrid-Sevilla mediante sendas pérgolas. La VSM salvará también con una pérgola la LAV Madrid-Sevilla.
Las plataformas de ambas vías irán convergiendo hasta formar una plataforma única de doble vía, a la altura del punto kilométrico (p.k.) 2/140 de la VSB y del p.k. 1/989 de la VSM. El trazado seguirá avanzando hacia el este y cruzará la LAV Madrid-Barcelona mediante el viaducto del Mayoral, de 656 m. Seguidamente salvará la carretera M-31 gracias a dos pasos superiores.
La plataforma única se desdoblará en cada una de las vías, a la altura del p.k 4/020 para la vía sentido Barcelona y del p.k. 3/870 para la vía sentido Madrid, para avanzar hasta la conexión con la LAV Madrid-Barcelona. La VSM finaliza en el p.k. 5/332, mientras que la VSB finaliza en el p.k. 5/193 conectando con la LAV Madrid-Barcelona mediante un salto de carnero (infraestructura que permite que varias vías se crucen a distinto nivel).