
El Zarpazo: La Bolsa cae.
El 'Día de la Liberación' provoca la peor semana bursátil desde el inicio de la covid-19: WS cae un 10% y el Ibex un 6,7%
La probabilidad de recesión crece y el "atractivo" de la banca para los inversores se reduce.
Más información: Trump arrastra al mundo a la recesión: provoca un día negro en las bolsas entre amenazas de boicot inversor en EEUU
Donald Trump ha hablado y las bolsas se han hundido. 'El Día de la Liberación' de Estados Unidos ha provocado caídas incluso superiores al 10%. El Ibex 35 se ha dejado un 6,7% y Wall Street, un 10%. El castigo ha sido especialmente duro para los bancos, que son el sistema circulatorio de la economía y que, por tanto, son los primeros que sienten el miedo. Sólo en el caso de la gran banca española la pérdida de valor ha superado los 32.000 millones de euros.
Aunque el objetivo de la Administración Trump con su nueva política arancelaria es reducir su déficit e impulsar la economía de Estados Unidos, lo cierto es que todos los expertos coinciden en apuntar a lo contrario: la actividad se desacelerará y podría producirse una recesión.
"Dado que el aumento de los aranceles actúa como un impuesto al consumo, es probable que el consumidor estadounidense sufra la peor parte del shock macroeconómico, con importantes repercusiones en las perspectivas de crecimiento", explican desde el equipo de análisis de mercado de MFS Investment Management.
Desde la firma consideran que "la economía estadounidense ya se está desacelerando moderadamente, pero el shock adicional aumenta considerablemente la probabilidad de una recesión durante el próximo año".
Los expertos de MFS Investment Management creen que el efecto empezará a notarse dentro de un par de meses.
Sangría bursátil
El índice MSCI All Country World, que incluye aproximadamente 2.500 compañías cotizadas de 50 países, tanto de mercados desarrollados como emergentes, se ha desplomado esta semana un 7,6%. La caída del MSCI World, en el que cotizan compañías de 23 países desarrollados, es ligeramente superior, del 8,3%.
Son las más abultadas desde mediados de marzo de 2020, cuando lo peor del inicio de la pandemia causaba estragos en los mercados financieros.
El mayor golpe se lo ha llevado el propio Wall Street. La posible entrada en recesión de Estados Unidos ha afectado especialmente a la Bolsa de Nueva York, donde, el Dow Jones ha caído un 7,9% semanal, lastrado por el anuncio de los aranceles recíprocos.
El índice estadounidense se encuentra ahora por debajo de los 39.000 puntos. El descenso del S&P 500 ha sido del 8,3% y el del Nasdaq Composite, del 10,02%. Como en el caso de los índices globales, el parqué neoyorquino no vivía una semana tan aciaga desde hacía cinco años.
Si se tienen en cuenta los máximos alcanzados en diciembre, cuando Wall Street todavía celebraba el regreso del republicano a la Casa Blanca, la situación es aún peor.
Con un descenso superior al 10%, el Dow Jones y el S&P 500 se encuentran en situación de corrección técnica. La pérdida del Nasdaq Composite supera el 20% y con ella el índice tecnológico se ha adentrado en un mercado bajista.
Las bolsas europeas y asiáticas también se han visto gravemente impactadas. Entre los principales índices europeos destaca el descenso acumulado en las últimas cinco jornadas por el FTSE Mib italiano, que asciende al 10,6%. El Dax alemán ha cedido un 8,3%; el Cac 40 francés, un 8,1%; el FTSE 100 británico, un 7% y el Ibex 35 español, el mencionado 6,7%.
En este contexto de incertidumbre, el sector más perjudicado ha sido el bancario. Las grandes entidades españolas, aquellas que cotizan en el Ibex 35, han perdido 32.200 millones de euros de capitalización. En sólo dos sesiones -fue en las jornadas del jueves y el viernes cuando se desató el pánico en los mercados- su valor ha pasado de casi los 250.000 millones de euros a ser inferior a los 218.000.
El banco español más perjudicado, aunque por una ligera diferencia, ha sido CaixaBank. En dos jornadas ha caído casi un 14,4%. Sus acciones han pasado de los 7,3 a los 6,25 euros. Por tanto, su capitalización bursátil ha menguado en algo más de 7.500 millones de euros.
Si se mira en números absolutos, el mayor impacto es el sufrido por Santander al ser la entidad de mayor tamaño. La caída acumulada es del 13,6%, porcentaje que equivale a unos 13.000 millones de euros. Ahora, el valor en el mercado de la entidad presidida por Ana Botín ronda los 83.000.
La capitalización de BBVA se ha reducido en casi 8.000 millones -al ceder un 10,8%-, mientras que la de Sabadell ha mermado en casi 1.800. Su caída ha sido del 12,5%. Las pérdidas de Bankinter y Unicaja, del 13,7% y del 14,3%, han reducido la capitalización de ambas entidades en más de 1.250 y en casi 650 millones, respectivamente.
Los inversores han puesto sus ojos en la banca y han retirado posiciones no solamente en España, sino también en Estados Unidos y en los principales parqués europeos. La banca de todo el mundo se ha visto gravemente penalizada por su estrecho vínculo con la evolución del ciclo económico.
"Creemos que la caída responde a la bajada de TIR [los diferenciales de la deuda] y las implicaciones de una recesión en Europa", explica a este periódico Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
Bajada de los tipos
Hay que tener en cuenta que una desaceleración económica en Estados Unidos llevaría a más bajadas de los tipos de interés. En las últimas semanas, las previsiones del mercado han cambiado drásticamente y los inversores esperan ahora tres o cuatro recortes por parte de la Reserva Federal (Fed) y otros tres del Banco Central Europeo (BCE). El giro hacia una política monetaria acomodaticia provocaría un deterioro de la calidad del crédito, con mayores impagos.
Y no es sólo un temor del mercado, sino que el propio Trump está presionando ya al banco central estadounidense para que comience a bajar los tipos de interés.
"Este sería el momento perfecto para que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reduzca los tipos de interés", afirmó Trump el viernes a través de su perfil en TruthSocial, donde criticó al banquero central señalando que "siempre llega tarde, pero ahora podría cambiar su imagen y rápidamente".
"El impacto de una recesión se puede traducir en el negocio de los bancos en una menor demanda de crédito, un deterioro de la calidad crediticia y en el impacto de unos tipos menores", añade Álvarez.

Reuters Washington (Estados Unidos)
Por su parte, Juan José del Valle, de Activotrade, expone que el desplome de los bancos españoles "responde al repunte de tensiones comerciales tras los nuevos aranceles anunciados y que han disparado el temor a una recesión global".
De hecho, JP Morgan ha elevado al 60% la probabilidad de que se produzca este año una recesión en Estados Unidos a cuenta de los aranceles anunciados por su presidente. Se trata de un incremento de 20 puntos porcentuales desde marzo.
En opinión de Del Valle, el miedo es que se produzca un "menor crecimiento y un repunte abrupto de la inflación", lo cual redundará en "la menor demanda de crédito, el aumento de la morosidad y la presión sobre márgenes".
Se trata de tres elementos que, como explica el experto a este periódico, reducen el "atractivo" de la banca para los inversores.
Desinflando el rally
Sin embargo, el miedo a la recesión no es el único motivo tras el que se esconde la sangría bursátil que ha vivido estos días la banca. Hay que recordar que el sector acumula una fuerte subida en los últimos meses impulsada por el incremento de los tipos de interés en la zona euro y en Estados Unidos, que han engrosado sus beneficios y los ha llevado a récord en 2023 y 2024.
De hecho, y como apunta Álvarez, los bancos subieron de media más de un 30% sólo en el primer trimestre de este ejercicio. Algo que se acumula a las revalorizaciones registradas el año pasado al calor de los resultados récord. "Es lógico que con un mercado cayendo los bancos corrijan en mayor medida", apunta la analista.
Los expertos de Bank of America prevén "una caída aún mayor para los bancos", precisamente por ese buen comportamiento previo.
"Han superado con creces el rendimiento del año hasta la fecha, impulsados por una sólida narrativa ascendente y las esperanzas fiscales alemanas y se encuentran, por tanto, entre los activos menos avanzados en la valoración de los problemas macroeconómicos globales", apuntan en un comentario publicado el viernes.
La fuerte caída bursátil de los bancos se pueden extrapolar a muchos de los principales índices, que habían vivido un positivo 2024 y un gran inicio -con excepción de Wall Street- de 2025.
Como ejemplo, el Ibex 35 subió un 13,3% en el primer trimestre de este ejercicio. Fue su mejor inicio de año desde 1998 y se produjo tras avanzar casi un 15% en 2024.