Lo que parecía una simple decisión comercial de la banca está convirtiéndose ya en una polémica. Las autoridades están presionando a las grandes entidades cada vez más para que recuperen la remuneración por los depósitos de las familias cuando está a punto de cumplirse un año desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés en el actual ciclo. El sector, por su parte, se pone de perfil.
La vicepresidenta Nadia Calviño lanzó el primer dardo el pasado lunes al exigir públicamente a los bancos que paguen por los depósitos. La también ministra de Asuntos Económicos advirtió, además, de que llevaría el tema a la reunión que el sector va a mantener con los representantes de su departamento el próximo jueves, que en principio iba a tratar únicamente del plan hipotecario para vulnerables.
"No me cabe ninguna duda de que el sector bancario español tiene que empezar a transmitir la subida de los tipos de interés en beneficio de los ciudadanos españoles", aseveró la vicepresidenta durante el curso de verano organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y BBVA en la UIMP de Santander.
Y no fue la única representante pública que aprovechó las jornadas financieras para pedir cuentas al sector bancario. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, afirmó que "la trasmisión completa de la política monetaria exige que también la del ahorro se incremente". Un mensaje en el que coincidió Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.
Dejó claro también el exministro de Economía que, aunque los bancos defienden que hay mucha competencia, esta no solo depende del número de competidores, sino también de su solvencia. Aplicándolo al caso del sector financiero español, por mucho que existan muchas entidades, si algunos no son solventes o representativos no se pueden considerar competencia de los grandes bancos.
La competencia entre bancos, en duda
Y es que la competencia se ha convertido en un tema clave en relación con la oferta de depósitos remunerados. Los bancos defienden que, pese a la escasez de oferta en los grandes, sigue intacta la competencia entre entidades, que algún banquero ha llegado a calificar de "feroz" en el caso de las hipotecas.
No coincide esta visión con la opinión de Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), para quien la actuación de los bancos podría tratarse de una "colusión tácita", que ocurre cuando varias empresas emprenden la misma política comercial observando el comportamiento de sus competidores, pero sin ponerse de acuerdo.
La autoridad de Competencia, de hecho, monitoriza muy de cerca lo que está sucediendo en el sector bancario, aunque reconoce que no cuenta con herramientas suficientes para poder obligar a los bancos a tomar una determinada decisión si tras investigarlo se concluye que existe concertación.
Los bancos, por su parte, se ponen de perfil. "Los depósitos a plazo están llegando y lo están haciendo de forma progresiva. No es el instrumento más eficaz, pero es evidente que tiene demanda. Llegará, pero, con todos los respetos hacia la vicepresidenta, no será porque ella lo diga, sino que será por la competencia", apuntó en el mismo foro César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, también se pronunció al respecto de las palabras de Calviño. "Los que tienen que tomar las decisiones en política de precios son los bancos. Y quiero decir cada banco. Tampoco las patronales tienen nada que decir en este tema", dijo el pasado martes.
En el sector bancario se achaca la situación al exceso de liquidez con el que cuenta la banca, que desincentiva la financiación a través de la toma de depósitos, como recordó el viernes el gobernador del Banco de España. "La holgada posición de liquidez de las entidades bancarias se explicaría como factor predominante de este fenómeno", contó.
Es la razón oficial tras la que se esconde una falta de oferta en depósitos a plazo que las autoridades investigan y critican cada vez con más dureza. Y sobre la que el sector se pone de perfil, pero acabará cambiando. Al menos esa es la previsión de las grandes entidades, que advierten de que la remuneración llegará, aunque sin fecha. Y mejor que no la den a conocer, porque de todos sus pasos estará muy atenta la CNMC. Ya lo ha advertido su presidenta.