El banco más pequeño del Ibex 35 registró en el primer trimestre del año un beneficio de 184,7 millones de euros, lo que supone un 19,7% más que en las mismas fechas del año pasado. Pero esta diferencia habría sido de un 60% si no hubiera existido el nuevo impuesto a la banca que va a estar en vigor este año y el próximo.

El nuevo gravamen específico para el sector se ha llevado 77 millones de euros del beneficio de Bankinter, un importe que supone un 26% del resultado antes de impuestos (294,42 millones de euros). En consecuencia, la tasa impositiva de la entidad, normalmente del 30%, ha ascendido al 37%.

Crecimiento de márgenes

Un impacto que, con todo, no ha impedido al banco registrar un beneficio récord en el primer trimestre, unas ganancias que están apoyadas en un crecimiento sustancial de todos los márgenes. En concreto, el de intereses aumentó un 63%; el margen bruto lo hizo un 23,3%, y el margen de explotación creció un 35,8%.

La subida de los tipos de interés ha ayudado al banco a lograr estos números, pero también lo ha hecho su actividad comercial. En suma, la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) creció hasta el 13,7% en los tres primeros meses del año y la rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE), hasta el 14,5%.

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Durante el primer trimestre, además, el banco logró mejorar su solvencia. Alcanzó una ratio de capital CET1 fully loaded, la de referencia para el mercado, del 12,2%, es decir, 4,5 puntos porcentuales por encima del mínimo que el Banco Central Europeo (BCE) exige a la entidad, que es del 7,73%. Todo con una ratio de morosidad que es de tan solo el 2,18% (por debajo de la media del sector).

La entidad también ha mejorado en este primer trimestre su ratio de eficiencia, que es mejor cuanto más baja. Ha descendido del 41,6% de hace un año hasta el 35,7% del cierre de marzo. Solamente tomando el negocio en España, la ratio fue del 33,8%.

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Otra de las métricas en las que destacó Bankinter fue en la liquidez, una variable que ha cobrado mucha relevancia en las últimas semanas tras los problemas de Silicon Valley Bank y Credit Suisse. El banco no solamente cumple con las exigencias regulatorias, sino que las dobla. Cuenta con una ratio de liquidez (LCR, por sus siglas en inglés) del 198%, frente al 100% que exigen los supervisores.

No sólo eso. En el primer trimestre el banco aumentó un 4,9% la cartera de crédito a sus clientes. Los recursos minoristas, por su parte, cayeron un 1,2%, pero el banco lo achaca a un trasvase de los depósitos hacia otros productos que aportan más valor al cliente. De hecho, estos prácticamente se han doblado en los últimos diez años.

Capta fondos en turbulencias

El banco, con todo, se ha visto afectado este trimestre por las caídas bursátiles que generaron en todo el sector bancario europeo las caídas del estadounidense Silicon Valley Bank y otros dos bancos del país y, apenas unos días después, de Credit Suisse.

Solamente en el mes de marzo la acción de Bankinter se devaluó más de un 21%, siendo el banco español cuyos títulos cayeron más. En todo el trimestre, la pérdida de valor ha sido del 16,6%, pues estos desplomes compensaron el rally que Bankinter vivió a principios de año, que le llevó a cotizar cerca de los 7 euros por acción. Ahora lo hace en torno a 5,6 euros.

Estas turbulencias bancarias tuvieron impacto en la cotización bursátil del banco, pero no en su negocio. Como ya constató el Banco de España, ni Bankinter ni el resto de la banca española sufrió salidas de depósitos significativas debido a estos acontecimientos.

Y, de hecho, en Bankinter han registrado entradas de fondos por unos 3.600 millones de euros de sus clientes, una cifra que sus propios gestores consideran "espectacular". "El dinero se ha quedado en el banco", repetían durante la presentación de resultados del pasado jueves.