Las familias que pidan el plan de rescate hipotecario tendrán difícil conseguir nuevos créditos, según el BdE
El supervisor cree que si todos los hogares que pueden acceder a este plan lo hicieran, el consumo avanzaría 0,4 puntos y el PIB, 0,15 puntos.
20 abril, 2023 02:42Las familias que soliciten la aplicación de las medidas del plan de rescate hipotecario tendrán más difícil acceder al crédito en el futuro. Así, al menos, lo cree el Banco de España, que advierte de que esta circunstancia les restará capacidad para "amortiguar perturbaciones negativas futuras de renta".
El Gobierno y la banca pactaron hace cinco meses un plan para aliviar la carga financiera de las familias hipotecadas -con hipotecas variables, no fijas-, que se vio incrementada por la fuerte subida del Euríbor a doce meses en 2022.
Este rescate se produjo a través de dos vías: la dirigida a clientes vulnerables a través de la ampliación del Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios que se firmó en 2012 y la creación de uno nuevo para clientes de clase media a los que también haya afectado la subida del Euríbor. Entre las medidas incluidas en ambos se encuentran carencias, ampliaciones del plazo de vencimiento del préstamo y congelaciones de las cuotas.
En su último Informe de Estabilidad Financiera, los expertos del Banco de España consideran que "el recurso a los Códigos de Buenas Prácticas también puede generar restricciones al acceso al crédito nuevo en el futuro".
En opinión del supervisor, el acceso a estas medidas "señala una menor calidad crediticia de los deudores", de forma que los bancos deberán aumentar sus provisiones cuando decidan darles crédito. En resumidas cuentas, esto implica que las entidades financieras tendrían un menor incentivo a darles préstamos.
Al margen de estas dificultades para acceder a futuros préstamos, lo cierto es que las familias que accedan a las medidas de estos Códigos de Buenas Prácticas verían reducida su capacidad para "amortiguar perturbaciones negativas futuras de renta o anticipar expectativas de un mayor crecimiento".
Y esto, según los expertos del Banco de España, "limita los incentivos para un uso estratégico de los Códigos de Buenas Prácticas" por parte de los hogares vulnerables que aún están en disposición de devolver la hipoteca, aunque lo hagan con mucho esfuerzo. Los hogares incapaces de hacer frente al pago de las cuotas sin recurrir a estos Códigos, por su parte, no tendrían muchas más dificultades para acceder al crédito dado que su única alternativa sería el impago y eso "igualmente sería una mala señal de su calidad de crédito y restringiría, incluso en mayor medida, su acceso futuro al crédito".
Impacto en el consumo
Este plan de rescate hipotecario está configurado para aliviar la carga financiera de las familias, no para incentivar el consumo de sus beneficiarios, si bien los expertos del Banco de España han calculado cómo impactará en la economía el uso de estas medidas.
Concretamente, si accedieran a estos Códigos todas las familias que cumplen los requisitos para hacerlo, el consumo privado avanzaría 0,4 puntos porcentuales y el PIB, 0,15 puntos. Si el uso de los mismos fuera alto (pero no total), el crecimiento adicional sería de 0,15 puntos en el consumo y de 0,05 puntos en el PIB. Si el porcentaje de hogares que accede es bajo, el impacto sería cercano a cero en ambos casos.
Los cálculos del Banco de España basados en los usos pasados del Código de Buenas Prácticas de 2012 indican que menos de 270.000 familias solicitarán finalmente que se les apliquen estas medidas. Los expertos del supervisor han tomado como referencia que en los años en los que más se utilizó el Código de 2012, es decir, 2015 y 2016, solamente un 35% de los hogares solicitó finalmente las medidas.
En función de esta tasa de adhesión -que podría no ser la misma en este caso dado que la situación es diferente- y en un escenario en el que los tipos de interés subieran 400 puntos básicos, unos 76.000 hogares utilizarían finalmente las medidas del Código de 2012 y 193.000 las del Código de 2022. Es decir, unos 270.000 hogares entre ambos códigos, si bien el número final sería inferior dado que algunas familias son elegibles para los dos.
Estas cifras no alcanzan el millón de familias que tenía como objetivo el Gobierno. Y, desde luego, están muy lejos de las 9.000 familias que han pedido a día de hoy que su hipoteca se someta a estas medidas, según datos proporcionados por el Ejecutivo y el sector bancario.
Con todo, estos números representan únicamente un supuesto de cuántas familias lo pedirían finalmente en base a la utilización en el pasado del anterior Código de Buenas Prácticas.
En cuanto a las familias que realmente pueden pedir que se les apliquen estas medidas, con una subida de 400 puntos básicos del Euríbor (que podríamos considerar que es la situación actual, dado que este índice se sitúa ya por encima del 3,8%) unos 200.000 hogares podrían optar al Código de Buenas Prácticas que se puso en marcha en 2012 y que se ha ampliado recientemente.
Por su parte, 550.000 familias podrían hacer lo propio con el nuevo Código que se aprobó este año, que iba destinado a familias de clase media. Esta cifra supone unos 404.000 hogares más de los que habían podido adherirse con la versión original del Código de 2012, de forma que la medida tiene un efecto positivo para el Banco de España.
Contracción del crédito
Los expertos del Banco de España también han detectado que ya se está produciendo una ralentización en el crédito, especialmente debido a una menor demanda por el empeoramiento de las condiciones de financiación.
Según explicaba Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, en la presentación de este informe, se está observando una reducción en hipotecas y préstamos a empresas. Y "hay un elemento muy importante de [caída de la] demanda por el encarecimiento de los tipos de interés".
Algo que continuará en los próximos meses. "De cara al futuro esperamos una evolución en esta línea", apuntaba el director general.