El consejero delegado de UBS, Ralph Hamers, considera que la solución encontrada para Credit Suisse, junto con las autoridades suizas y que supone la adquisición de la entidad por 3.000 millones de francos suizos (3.037 millones de euros), aporta "seguridad y estabilidad y contribuye a defender la reputación de Suiza como centro financiero".
"La adquisición significa que estamos devolviendo la estabilidad y la seguridad a los clientes de Credit Suisse. Pero también que defendemos la reputación del centro financiero suizo", ha indicado Hamers en una entrevista con SRF recogida por Eropa Press.
El máximo ejecutivo de UBS ha evitado por el momento ofrecer detalles sobre posibles ajustes de plantilla tras la adquisición de su rival, que cuenta con alrededor de 50.000 empleados, señalando que todavía no hay ningún plan al respecto y subrayando que siempre hay sinergias cuando se fusionan bancos.
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Asimismo, Hamers ha hecho hincapié en la diferente cultura riesgo diferente de las dos entidades, por lo que ve oportunidades para contener los riesgos en el futuro.
En este sentido, ha señalado la importancia de transformar el negocio de banca de inversión de Credit Suisse en un "banco de inversión light", como ha hecho UBS. "No corremos tanto riesgo", ha apuntado.
"Estamos construyendo un UBS más grande con menos riesgo. Incluso después de la fusión, tenemos un buen índice de capital y un marco de apoyo del Banco Nacional", ha apostillado.