La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante la rueda de prensa que mantuvo este miércoles.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante la rueda de prensa que mantuvo este miércoles. Heiko Becker Reuters

Banca

El BCE monitoriza la evolución de los depósitos ante el temor a que Credit Suisse desate una crisis de confianza en la banca

Los mercados dirán este lunes si la solución a los problemas de viabilidad del banco suizo es suficiente para atajar la crisis del sistema financiero. 

20 marzo, 2023 02:30

Intensa semana de trabajo la que se espera en Frankfurt. En la sede del Banco Central Europeo (BCE) se preparan para monitorizar la evolución de los depósitos bancarios casi al minuto. El objetivo: detectar cualquier movimiento sospechoso que pueda poner en jaque algún banco en el conjunto de la eurozona tras la crisis de Credit Suisse. Es decir, detectar síntomas de falta de confianza en el sistema financiero. 

Aunque nadie habla de ello en alto, en el sector se teme que los peores tiempos de 2008 vuelvan a la memoria de los ciudadanos. En aquel entonces la crisis financiera, motivada por la mala salud de las entidades, provocó que los ahorros de los clientes de bancos más pequeños salieran en masa hacia las oficinas más grandes. 

Ahora la situación es la contraria. La banca europea está capitalizada, sus niveles de mora están en mínimos y la solvencia y liquidez son elevadas. Sin embargo, en el ecosistema financiero se teme que la caída del SVB, del Signature Bank y del First National Bank en Estados Unidos; junto a los problemas de Credit Suisse en Europa, provoquen el pánico entre los clientes y comiencen a sacar su dinero en busca de refugio en bancos de mayor tamaño poniendo en jaque a los pequeños. 

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Según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia en estos momentos no hay señales de miedo, y la confianza en el sistema se mantiene. Ahora bien, todo puede cambiar. Sobre todo si los inversores consideran que la solución 'a la suiza' encontrada para Credit Suisse, absorbido por UBS, no es suficiente para cerrar la crisis. 

La preocupación es tal que, según informa Reuters, ejecutivos de grandes bancos en Europa y Estados Unidos están reclamando a los bancos centrales que den una muestra de apoyo al sector, e incidan en la fortaleza del sistema. 

En el caso del BCE sería un paso más, ya que la pasada semana la presidenta Christine Lagarde, aseguró que apoyarían a los bancos si hiciera falta. No desveló sus cartas, pero aseguró estar "preparada" para usar la liquidez que fuera necesaria y otros instrumentos en su haber para evitar que haya problemas de liquidez en el sistema financiero europeo. 

Un aviso con el que buscaba tranquilizar a los mercados, que la pasada semana castigaron al sector financiero europeo. El índice bancario, Euro Stoxx Banks, cayó en la semana algo más del 7% reflejando el temor a lo que pueda ocurrir. Es evidente que no lo consiguió, porque la 'herida suiza' permanecía abierta. 

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

La presidenta del BCE, Christine Lagarde Reuters

Pero el mensaje de Lagarde tiene una trayectoria más de fondo. Sus palabras eran un aviso de que estarán atentos a lo que suceda en los próximos meses. Preocupa en el seno del consejo del BCE que la situación económica pueda poner en jaque a algún banco en las próximas semanas. 

¿Por qué? Pues porque existe el temor a que se abra una 'tormenta perfecta'. No hay que olvidar que, en este momento, las dudas sobre los bancos entre los ciudadanos están ahí. Es decir, en cualquier momento pueden decidir moverse en busca de una nueva entidad. Bien por temor bien porque ante la subida de tipos decidan trasladar sus ahorros en busca de una mejor remuneración de los depósitos

Un pago al ahorro que todavía no ha llegado a España, pero que tendrá que comenzar en las próximas semanas. Sobre todo si los bancos centrales mantienen su política de subida de tipos para frenar la inflación. Ahí está el ejemplo del BCE la pasada semana, cuando su consejo decidió mantener la subida de 50 puntos básicos pese a las turbulencias del mercado financiero. 

El problema es que esas subidas de tipos que tanto bien pueden provocar a bancos y clientes en forma de ingresos, pueden ser un arma de doble filo para el sector financiero. Al aumentar el coste del crédito, existe un riesgo latente de que empiece a subir la morosidad en empresas y hogares. 

Bancos más duros

Ese aumento de mora provocará que las entidades financieras sean más exigentes a la hora de seleccionar a quién dar los créditos. De hecho, en la última Encuesta de Préstamos Bancarios elaborada por el BCE se puede comprobar cómo los bancos reconocen haberse vuelto mucho más exigentes. 

A todo ello hay que sumarle el escenario macroeconómico al que nos enfrentamos. Una ralentización del crecimiento que hará más difíciles las cosas. 

Todo esto significa que estamos en un momento clave, ya que quienes más afectados se pueden ver por el cóctel de subida de tipos, aumento de mora, menos crédito otorgado y salida de depósitos con una elevada inflación y un crecimiento cada vez más lento, son los bancos pequeños. 

No es extraño, explican las fuentes consultadas, que exista preocupación en el consejo del Banco Central Europeo, y de que quieran monitorizar el conjunto del sistema para actuar si fuera necesario sobre las entidades que puedan presentar problemas.