Los clientes empiezan a rendirse ante la hipoteca variable. En líneas generales, las familias que han decidido hipotecarse en los últimos meses estaban prefiriendo recurrir a una hipoteca fija, dado que esta ofrece mayor estabilidad en las cuotas, si bien esto está cambiando, pues los datos reflejan que las variables empiezan a recuperar, aunque muy poco a poco, el peso que en su día las hizo muy mayoritarias.
Los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan esta tendencia. Según los mismos, las hipotecas variables marcaron su peso mínimo sobre el total de las nuevas contrataciones el pasado mes de julio, cuando se situaron en el 24,6%.
Nunca habían representado un porcentaje tan pequeño sobre las nuevas hipotecas y, de esta forma, las fijas alcanzaron en julio su máximo histórico, el 75,4% del todas las nuevas firmas, después de crecer consistentemente en la última década.
Cambio de pesos
Sin embargo, este equilibrio se está empezando a romper. En los tres últimos meses de los que hay registros en el INE las hipotecas fijas están perdiendo peso. Tras el máximo de julio, en agosto representaban algo menos, el 71,9% del total, en septiembre el 68,2% y en octubre el 66,8%.
Las variables, por tanto, están experimentando el comportamiento contrario y están ganando peso. Desde el mínimo del 24,6% de julio pasaron al 28,1% en agosto, al 31,8% en septiembre y al 33,2% en octubre.
Estas cifras aún están muy lejos de los equilibrios que reinaban antes de que el Euríbor a doce meses entrara en negativo. Hasta el momento, las hipotecas variables siempre habían representado más del 90% del total de las contrataciones nuevas. En 2016, sin embargo, esto empezó a cambiar.
El hecho de que el Euríbor cayera hasta entrar en negativo, algo impensable hasta el momento, llevó a que los bancos empezaran a priorizar la venta de hipotecas fijas, con lo que el peso total de las hipotecas variables comenzó a ceder.
En 2016, año del inicio de la etapa negativa del índice, ya representaban un 76,3%. Al año siguiente, el 62,2%. El peso siguió bajando hasta alcanzar el 52,6% en 2020 y el 36,9% en 2021.
A lo largo del pasado ejercicio fue cayendo consistentemente hasta el mínimo histórico de julio y ese es el punto de partida desde el que está volviendo a subir. Al menos de momento.
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Y eso que, como ya informó EL ESPAÑOL-Invertia, las hipotecas mixtas están cogiendo fuerza en los últimos meses, una tendencia que continúa actualmente, como confirman fuentes financieras.
Los clientes se están interesando por esta modalidad híbrida de préstamo hipotecario, que ofrece un tramo a interés fijo (de unos diez años) y otro variable (el resto de la vida de la hipoteca), si bien estos aún representan una parte muy baja del total.
Este tipo de hipotecas no se contabilizan por separado en los registros del INE. Como los primeros años del préstamo son a tipo fijo, se engloban en esta partida. Y ni contabilizando las hipotecas mixtas que se estén firmando las fijas consiguen aguantar.
Aunque, como apuntan fuentes financieras, en algunos bancos aún no se está notando un aumento en la contratación de las hipotecas variables, los datos del INE son claros sobre la evolución. Habrá que ver los de los próximos meses para contemplar si se mantiene la tendencia.
Fijas más caras
Como muestran los datos, durante años la contratación de hipotecas fijas era prácticamente residual, dado que echaban para atrás a los clientes sus altos intereses, frente a los más atractivos de las variables. Sin embargo, en los años en los que el Euríbor estuvo en negativo los bancos las promocionaron hasta convencer profundamente a los clientes.
Esta búsqueda de estabilidad se mantuvo durante 2022, pese al Euríbor disparado, que hacía cada vez más económicas las variables y menos las fijas. De hecho, las familias seguían prefiriendo las hipotecas fijas y son esas las que pedían a la hora de contratar un préstamo de este tipo, aunque a la hora de la verdad descubrieran que una variable podría salirles más barata.
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Los datos del INE, sin embargo, muestran un cambio de tendencia, detrás del cual se encuentra, como explican a este periódico fuentes financieras, el encarecimiento de las hipotecas fijas. Los intereses de estos préstamos, muy al contrario que a finales de 2021, cuando eran más baratos que nunca, han subido considerablemente al ritmo en el que lo ha hecho el Euríbor.
"Los ciudadanos siguen demandando hipotecas fijas, pero los bancos o han subido los tipos de este producto o no lo ofrecen como lo hacían antes. Con esto han conseguido mover la demanda hipotecaria hacia los préstamos variables", explica a este periódico Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro. Una dinámica que ha ido acompañada de, por lo general, una bajada de los intereses de las hipotecas variables para hacerlas más atractivas frente a las fijas. "Hace unos meses el diferencial de una hipoteca variable estaba en torno al 1% y ahora ya se pueden encontrar TIN que rondan el 0,25%", apunta Colombelli.
Ahorro con la hipoteca variable
Saber si, al término del préstamo, saldrá más barato contrata una hipoteca fija o una variable es algo difícil, porque depende de la evolución del Euríbor, que, como se ha demostrado en 2022, es impredecible.
No obstante, la bajada de los intereses que ha aplicado la banca -ya se encuentran hipotecas variables a Euríbor +0,5%- lleva a los expertos de Hipoo a estimar que para una hipoteca media de unos 150.000 euros a 30 años y con un Euríbor del 1,84% (valor medio del índice) una hipoteca variable (60.555,02 euros de intereses) saldría unos 26.567,24 euros más barata que una fija (87.122,26 euros de intereses).