En un momento en el que la inflación no deja de subir por los desbocados precios de la energía, los consumidores tienen una buena noticia a la que aferrarse: las hipotecas están más baratas que nunca. Son dos los factores que confluyen para respaldar esta afirmación: unos intereses en mínimos y una referencia, el Euríbor, que, tras unos meses al alza, está volviendo a caer por debajo del -0,5%, lo que está dando lugar a una verdadera guerra hipotecaria en la que los bancos pelean por ofrecer el préstamo más competitivo.
Por una parte, la TAE media de los créditos hipotecarios se encuentra en mínimos históricos en la banca, en el 1,57% (el valor más bajo se tocó en julio, el 1,55%), según el último registro disponible en el Banco de España, que corresponde al pasado octubre.
Un valor muy por debajo al que cerró en 2020 (1,67%), en 2019 (1,93%), en 2018 (2,24%) y, por supuesto, en los años previos a la crisis financiera. En 2011 se encontraba en el 3,66%, mientras que era del 5,15% en 2007. El máximo se alcanzó en otoño de 2008, con un 6,21%.
Una evolución que está coincidiendo con los valores mínimos del Euríbor. El índice acumula casi seis años en negativo y el pasado otoño parecía anticipar un cambio de tendencia al acercarse el horizonte de las subidas de los tipos de interés, pero en el último mes ha vuelto a las caídas.
Tras tocar en octubre valores superiores al -0,48% por primera vez en once meses, en diciembre va camino de cerrar por debajo del -0,5% después de haber tocado el mínimo histórico el pasado día 20 (-0,518%), lo que rebajará de nuevo las cuotas de los hipotecados.
Competencia
Dos factores que convierten a las hipotecas que se están ofreciendo en la actualidad en más baratas que nunca. Detrás del hundimiento de la TAE se encuentra una competencia cada día más feroz entre los bancos por ofrecer los tipos más bajos, especialmente en las hipotecas fijas.
Una tendencia que, a su vez, está impulsada por las caídas del Euríbor, que han hecho a la banca replantearse sus estrategias. Las entidades ahora prefieren que los clientes opten por estos préstamos al convertirse las hipotecas variables en menos rentables para ellas.
"Las hipotecas están más baratas que nunca. Especialmente a tipo fijo, ya que hay bancos que ofrecen intereses por debajo del 1%. A tipo variable, los intereses también son los más bajos por la cotización del Euríbor, que se sitúa en mínimos históricos", explica Miquel Riera, responsable de Hipotecas de Help My Cash a EL ESPAÑOL-Invertia.
De hecho, este año han sido varias las entidades que han abaratado sus hipotecas fijas para atraer a la clientela, dejando de lado las variables.
"De media, el interés fijo que ofrecen los bancos es de entre el 1% y el 1,5%, aunque nos consta que hay bancos que ofrecen intereses de menos del 1% a clientes con mucha solvencia", añade este experto. Bajos precios que se están combinando con una mejora en otro tipo de condiciones.
En cuanto a las hipotecas variables, los diferenciales se han mantenido estables a lo largo del año en una media del 1%, si bien las caídas del Euríbor han ido abaratando este tipo de préstamos. Es por eso que "el interés de las hipotecas variables es más bajo que nunca", como añade Riera.
No es de extrañar, por tanto, que la firma de hipotecas se esté disparando. En septiembre se incrementó un 57,7%, récord de la década, y en octubre se ha moderado, pero sigue creciendo (27,9%).
Habrá que esperar para ver adónde llega esta batalla, pero lo cierto es que el Euríbor, causante último de los cambios de estrategia de los bancos, seguirá en negativo al menos un año más. Así lo creen los propios banqueros, que siguen trabajando con un escenario de tipos negativos pese a las mejores perspectivas sobre la subida del precio del dinero que trae la escalada de la inflación, como contó este periódico. Lo que está claro es que mientras las entidades siguen siendo pesimistas, son los consumidores los receptores de las buenas noticias.