Credit Suisse quiere hacer caja y llegar en una mejor posición financiera a la publicación de su próximo plan estratégico de la semana que viene. El banco suizo se ha visto obligado a vender su participación del 8,6% en el banco mayorista de fondos de inversión y plataforma wealthtech española Allfunds Group, una colocación acelerada a 6,195 euros por acción con la que ha recaudado 334 millones de euros, según ha informado a ‘Reuters’ una de las entidades que ha participado en la operación.
La operación se produce en un momento en el que Credit Suisse se apresura a concretar la venta de ciertos activos estratégicos que podría limitar el efectivo que necesita de los inversores cuando faltan pocos días para que el banco presente una reestructuración, un plan previsto para el 27 de octubre.
Es sabida su intención de trocear sus negocios internacionales y de vender lo que hasta hace pocos años era la ‘joya de la corona’, su banca de inversión o corporativa. El negocio de productos titulizados del banco de inversión helvético también está a la venta y ha puesto en marcha un proceso que podría incluir la venta de su rama de gestión de activos en Estados Unidos, según la agencia de noticias anterior.
Caída del 50% en el año
Las negociaciones sobre las desinversiones probablemente se prolongarán hasta el último minuto antes de que se anuncie la reorganización junto con los resultados del tercer trimestre el 27 de octubre.
El asediado banco suizo quiere poner fin a una serie de escándalos y acciones legales en una reorganización que, probablemente, le permita reducir su volátil negocio de banca de inversión y centrarse aún más en la banca privada para las grandes fortunas.
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Su acción cotiza cerca de los 4,50 francos suizos por título. Si bien ha recuperado un 17% desde finales de septiembre, cuando hizo mínimos históricos en los 3,83 francos por acción, en lo que va de año el precio de sus títulos ha retrocedido en más de un 50%.
De hecho, entre finales de septiembre y principios de octubre, se temió una posible quiebra del gigante bancario suizo, cuando los derivados que cubren el riesgo de crédito -como si de un seguro de incumplimiento se tratasen, los famosos CDS- se dispararon, haciendo saltar todas las alarmas. Sin embargo, varios bancos de inversión competidores como Citi o JPMorgan salieron al paso aseverando que, aunque la situación de Credit Suisse es delicada, el mercado no debía preocuparse por un nuevo Lehman Brothers.