La Sareb ha cancelado un nuevo tramo de la deuda avalada por el Estado que contrajo en el momento de su creación, en 2012. Concretamente, ha reducido este importe en 1.250 millones de euros, tras lo que la deuda viva se sitúa en 33.664 millones de euros.
Teniendo este nuevo tramo en cuenta, la Sareb ha reducido su deuda en 17.100 millones de euros, lo que supone el 34% del total, en sus nueve años de vida.
Una cancelación que se produce paralelamente a la toma del control de la compañía por parte del Estado. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a través del cual el Estado ostenta su participación, ha logrado superar ya el 50% tras hacer una oferta a los accionistas privados.
Registra pérdidas
Según apunta la compañía semipública en un comunicado, en 2021 ha superado los niveles de cancelación de deuda previos a la pandemia (713 millones de euros en 2019), tras obtener unos ingresos de 2.184 millones de euros, un 54% más que 2020 (cerca del importe registrado en 2019).
Estas cifras implican que la firma cumple con sus objetivos previstos de ingresos y márgenes para el ejercicio. Sin embargo, al cierre del año aumentó las pérdidas hasta 1.626 millones de euros, frente a los 1.073 millones del año anterior.
Como explica la propia Sareb, estos números rojos no tienen impacto en la viabilidad de la compañía, dado que desde 2020 está exenta de la obligación de contar con recursos propios positivos para operar con normalidad. A cierre de 2021 Sareb acumulaba una cartera con minusvalías contables de 8.627 millones de euros, un 5% menos que un año antes por la venta de activos.
Por su parte, los ingresos procedentes de las actividades recurrentes de negocio ascendieron a 2.274 millones de euros, por encima de los niveles de 2019. De ese total, 1.499 millones procedían de la gestión y venta de inmuebles, lo que supone un repunte del 77% frente a 2020. El negocio de préstamos generó 657 millones, un 16% más respecto a 2020, pero por debajo de 2019.
Recuperación de residencial
El 85% de las ventas se ha realizado a través de canales minoristas (a particulares y empresas) en 2021, el ejercicio en el que menos se ha recurrido a las operaciones institucionales. El resto, 28 millones de euros, se correspondió con otros ingresos.
En 2021 ha sido significativa la progresiva recuperación de la actividad en el segmento residencial, cuyas ventas alcanzaron un volumen de 1.031 millones de euros, el 61% más que en 2020.
El crecimiento fue todavía mayor en el caso de los suelos y los activos terciarios, que aportaron 386 millones de euros, lo que supone un incremento del 142% frente a 2020 y del 58% respecto a 2019.
Sareb alcanzó en 2021 su récord histórico de venta de inmuebles con la comercialización de 23.263 unidades de diferente tipología (residencial, suelo y terciario). De ellas, 19.226 se correspondían con activos propios, en tanto que 4.037 eran inmuebles que figuraban como garantía de préstamos de promotores.
Los gastos operativos de la compañía aumentaron un 14% y se situaron en los 688 millones de euros en 2021. Este repunte se debe a los mayores costes de comercialización -por la subida de las ventas- y de adecuación de los inmuebles -como consecuencia del mal estado de los activos recibidos por los créditos impagados por el sector promotor/constructor- para venderlos a clientes minoristas.
Los gastos relacionados con la estructura y funcionamiento de la compañía descendieron el año pasado un 7,5%, fruto del plan de eficiencia que Sareb puso en marcha ya en 2020. La compañía ha reducido el tamaño de su comité de dirección en un 33%, y en un 16% la estructura de directores.
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