Un nuevo paso hacia la nacionalización de la Sareb. El Gobierno va a aprobar mañana en Consejo de Ministros un cambio legal que le habilita para aumentar su participación en el capital del banco malo por encima del 50%, umbral en el que se establece el límite actual.
No obstante, deberá aprobar más adelante una nueva normativa para fijar la fórmula de salida de los accionistas privados (bancos y aseguradoras). El Ejecutivo y la banca han estado negociando durante los últimos meses y ambas partes han llegado a un acuerdo para que la banca pueda computarse los créditos fiscales (DTA) correspondientes a las pérdidas que les ha generado su participación en la compañía, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia. Una transacción que se realizará a un precio cercano a cero, dado que la participación de los bancos está ya amortizada.
"La previsión es que mañana en el Consejo de Ministros lo que hagamos es simplemente adaptar formalmente la estructura de gobernanza y la estructura de capital y el funcionamiento de la Sareb a lo que ya es una realidad económica por cuanto, debido a un cambio en la consideración estadística por parte de Eurostat, ya tuvimos en el ejercicio pasado que integrar la previsión sobre todo por lo que respecta a la deuda pendiente de amortización por parte de la Sareb", ha afirmado Nadia Calviño, vicepresidenta económica, este lunes en un encuentro con medios previo a la celebración del Eurogrupo.
Esta nacionalización está sobre la mesa desde que el pasado mes de marzo Eurostat, la oficina de estadística europea, obligó al Gobierno español a sumar a la deuda pública 35.000 millones de euros correspondientes al volumen de deuda que aún no se ha amortizado de Sareb. El Ejecutivo no descartaba en el momento extender su plazo de vida, inicialmente fijado en 2027.
Entonces, debido a esta circunstancia, se puso sobre la mesa la posibilidad de que la mayoría del capital fuera propiedad del propio Estado y que salieran del mismo los bancos y las aseguradoras. La entidad privada con mayor participación es Santander (22,23%), seguido por CaixaBank (12,24%).
Este martes se aprobará un primer cambio legislativo que habilita al Estado a hacerse con más del 50% del capital, es decir, optar a ser titular de hasta el 54,1% que no ostenta, pues el resto (45,9%) está en manos del FROB, la autoridad de resolución española, dependiente de Economía. Más concretamente, se va a modificar la estructura de gobernanza y accionariado de la compañía.
Créditos fiscales
Sin embargo, un punto clave de este asunto es la fórmula de salida de la banca y las aseguradoras del capital y la hipotética compensación por asumir sus participaciones, algo que aún está en negociación entre el Gobierno y la banca, de acuerdo con fuentes financieras.
Con todo, ambas partes han alcanzado ya un acuerdo para que los bancos puedan computarse los créditos fiscales correspondientes a las pérdidas asumidas por mantener en cartera esta participación, de acuerdo con fuentes financieras, que apuntan que aún deben cerrarse algunos flecos de la negociación.
Todos los bancos están en disposición de deshacerse de sus participaciones en la Sareb, dado que ya están amortizadas, añaden estas fuentes, si bien deberán mantenerlas si quieren tener derecho a esos créditos fiscales. Aunque el Estado solamente tendría que hacerse con poco más de un 4% más para lograr el control de la Sareb, la norma que se aprobará el martes le permitirá subir del 50% hasta lo que sea necesario.
Permitir a la banca mantener los créditos fiscales y aportar un precio simbólico casa con el objetivo de Economía de no destinar más ayudas públicas al banco malo y que el coste de la operación sea el mínimo.
Una vez más, Calviño ha insistido este lunes en que la Sareb es una "herencia de la anterior crisis financiera". "Y, por tanto, es una herencia de la gestión que hizo el gobierno que en aquel momento estaba, un gobierno anterior, y nosotros ahora lo que estamos simplemente es adaptando la gobernanza y el régimen y la estructura de capital de la Sareb a la realidad económica en la que el sector público ha tenido ya que asumir la deuda correspondiente en ejercicios anteriores", ha añadido.
Así lo afirmó también hace algunos meses en una intervención en Santander que dio lugar a un cruce de reproches entre la vicepresidenta y el exministro de Economía Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), que estuvo al mando del ministerio en el momento de la creación de la Sareb.
En respuesta, De Guindos defendió la puesta en marcha del banco malo y, de hecho, explicó que su creación fue necesaria para acometer con éxito la reestructuración del sector bancario, clave, en su opinión, para la recuperación económica de los últimos años (precovid). Además, se mostró optimista al ver posible que la Sareb reduzca en los próximos años los 35.000 millones de deuda que mantiene pendiente.
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